Capítulo 15

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Me acerqué al instante al chico, pero en la mesa no había nada con lo que poder trabajar. Me giré, paseando mi mirada por la habitación, intentando encontrar algo que me sirviera, pero nada. Así que volví hasta donde estaba de pie Derek y le metí la mano en el bolsillo. Por la mirada que me echó, creo que pensó que le estaba intentando meter mano. Y he de reconocer que me aproveché un poco cuando tuve que registrarle los bolsillos traseros de los vaqueros. Pero cuando encontré lo que estaba buscando, me vi obligada a parar. Qué pena. Saqué el móvil y lo encendí. Necesitaba la huella dactilar para desbloquearlo, así que le cogí la mano a Derek y la puse sobre la pantalla. Una vez que lo desbloqueé, busqué la linterna. Cuando la encendí, me acerqué al instante a la mesa y le examiné las pupilas al pobre chico. Las pupilas reaccionaban con normalidad, así que al menos no tenía señales de nada neurológico. Me podía concentrar en la pierna entonces. 

-Necesito algunas cosas. Estetoscopio, guantes, vendas, pinzas...

-No tenemos muchas cosas. Solemos curarnos solos. Pero te traeremos lo que tengamos-me respondió Derek. Después escuché cómo le ordenaba a alguien que fuera a buscar las cosas. 

-¿Alguien sabe qué ha pasado?

-Que nos han atacado unos Cazadores-la herida tenía mala pinta. El hueso se había astillado y atravesado la piel por varios puntos. Le tomé el pulso y le escuché la respiración como pude. Parecía que tenía bien las vías respiratorias, aunque después lo volvería a comprobar, por si acaso. 

-Ya... No sé qué significa eso. 

-Los Cazadores son humanos que nos cazan. Un pequeño grupo se ha aliado con la Medianoche y cuando estábamos en una lucha con sus lobos, los malditos humanos nos atacaron. Lo peor se lo llevó Theo. Recibió casi todo el ataque con plata. Y después, para rematar llegó el Alpha y lo hirió, partiéndole la pierna-levanté la cabeza y me quedé mirando a quien había hablado. Seguía sin saber qué significaba nada de lo que me acababa de decir. Me giré hacia Derek. 

-Traduce. 

-La plata es venenosa para los lobos. Un solo rasguño que quede expuesto a la plata puede tenernos en coma por días hasta que el organismo consigue expulsar la plata, si es que lo logra. La mayoría directamente mueren sin tener la más mínima oportunidad de luchar. 

-¿Y lo del Alpha?

-Las heridas provocadas por un Alpha son mucho más graves. Los hombres lobo nos curamos con mucha rapidez, pero si uno es atacado por un Alpha sus heridas tardan tanto en curarse como si fuera un humano. 

-Así que tengo a un niño envenenado por plata y con una pierna destrozada por un Alpha. De acuerdo. Necesito que traigáis seleniuro de plata e hidroquinona al 4% para tratar el envenenamiento. 

-No tenemos nada de eso dentro de nuestro territorio-dijo uno de los Guerreros de mi derecha- Era el mismo que había hablado la primera vez. Paré de examinar a Theo y me acerqué hasta quedarme a un solo suspiro de su cara. 

-¿Cómo te llamas?

-Scott. 

-Bueno, Scott, pues entonces te aconsejo que te des prisa en encontrarlos, a menos que quieras enterrar a un niño de 9 años-se tensó y me miró con cara de pocos amigos. Después vi como su cabeza se giraba hacia la izquierda, donde se encontraba Derek-. Ni se te ocurra mirarlo a él. Derek no te ha dado la orden, te la he dado yo. Soy la Luna de la manada. Desde que fui traída aquí en contra de mi voluntad he sido tratada como una mierda, pero eso se va a acabar. Vais a mostrarme respeto a partir de ahora. Y el primero que va a hacerlo, vas a ser tú. Ve a buscar lo que necesito ahora o me divertiré tirándote el martillo con el que tendrás que construir el ataúd para Theo-tenía la mandíbula cerrada con fuerza, pero parece que se dio cuenta de que tenía razón, porque llamó a dos más para ir al hospital más cercano a robar lo que le había pedido. Les estaba obligando a delinquir. Qué bien. En ese momento llegó una persona con las manos llenas de vendas y botes. Comencé a mirarlos para saber qué podía usar. 

-Benzodiacepina. No es lo que yo habría usado para sedarlo y operarle la pierna, pero bueno, tampoco es lo mejor hacerlo en mitad de un salón lleno de gente. Así que, a trabajar-me puse los guantes. Llené una jeringuilla con el relajante muscular y se lo fui a inyectar. Pero en ese momento Theo se convirtió en un lobo a una velocidad pasmosa. Cambié el lugar donde le iba a poner la inyección, pero volvió a cambiar de forma a la de humano-. ¿Qué cojones está pasando?

-Le duele mucho y aún es joven para saber controlarlo en una sola de sus formas. Me sorprende que haya podido aguantar hasta ahora sin transformarse. 

-Entiendo-le puse la mano sobre el estómago. En cuanto sintió el toque, su cuerpo cambió de nuevo al de un cachorro de lobo. Cerré los ojos para concentrarme solo en él. Respiré profundamente, ignorando todo lo que tuviera a mi alrededor que no fuera este niño. Sentí un pequeño temblor que recorrió su cuerpo justo antes de convertirse de nuevo en humano. Bien, creo que ya lo tenía. Moví la mano con la jeringuilla hacia la parte baja de la espalda y esperé. Esta vez tardó un poco más en llegar, pero en cuanto el temblor apareció y el pelaje del lobo se hizo presente, le inyecté el relajante en la zona baja de la columna. Comencé a preparar lo que iba a necesitar entre el material médico mientras el sedante hacía su efecto. 

-Gracias-me susurró Derek al oído. 

-Dámelas cuando Theo se encuentre bien. Ahora, mejor dame espacio para trabajar. 

-Tendrás todo lo que necesites. 

-Más te vale o te perseguiré para patearte el culo. 

Mi Mate. Mi AlphaWhere stories live. Discover now