Capítulo 63

3.9K 284 15
                                    

Se notaba el nerviosismo en el ambiente. Estábamos a punto de empezar a quemar las ofrendas y todos los lobos estaban congregados alrededor de la gran hoguera central. Todos tenían sus tallas ya preparadas y yo aún no sabía ni cómo era la que había hecho Derek para nosotros. Tampoco es que tuviera demasiado interés en todo este asunto de la Diosa Luna para ser sincera. No es que no fuera a respetar sus creencias, pero yo no pensaba que fuera a pasar nada  especial esta noche. Desde mi punto de vista, lo máximo en lo que podía creer era en que había personas que se podían convertir en lobos, y solo porque lo había visto con mis propios ojos. Todo lo demás de la conexión con Derek y con el resto de la manada lo consideraba instinto más que algo mágico o paranormal. La forma en que mi cerebro decidió que yo tenía más posibilidades de sobrevivir era confiar en la manada, y mi instinto era el encargado de decirme quién era de Silvermoon. Las demás creencias de que todo era orquestado por una Diosa, que se entretenía cruzando los caminos para que así los Mates se encontraran me resultaba simple folklore lobuno. 

-¿Cuándo empieza esto?-le pregunté a Lydia, que se encontraba junto a mí. 

-Cuando estemos todos los que vamos a ofrecerle algo a la Diosa y la luna esté justo sobre la hoguera-miré hacia el cielo. No era ninguna experta, pero creo que eso segundo ya estaba pasando-. Aún quedan un par de minutos-comentó con nervios tras echarle un rápido vistazo al cielo. El olor del bosque llegó hasta mis fosas nasales, llenándolos por entero y avisándome de que Derek ya había vuelto. 

-Casi llegas tarde-le recriminé. 

-Lo sé, pero casi se me olvidaba el lazo. 

-¿Qué lazo?-me giré hacia él y le vi con la talla en la mano y con una larga cinta en la otra. Cogí un extremo de ésta para observarla más de cerca. Era de un color morado oscuro y profundo. Tenía bordado con hilo de plata algunos símbolos que parecían letras, pero no de ningún idioma que yo pudiera reconocer-. ¿Qué pone aquí?

-Son oraciones de bendición en la antigua lengua de los lobos. Todos los Mates que se presentan ante la Diosa deben hacerlo con uno de éstos atando sus manos. Si la Diosa le prende fuego a la cinta, entonces significa que aprueba nuestra relación y que cuidará de nosotros como pareja. 

-¿Cómo que si la Diosa aprueba nuestra relación? ¿Pues no fue ella la que nos hizo Mates en primer lugar?

-Sí, pero no es lo mismo juntar a dos seres que ella piensa que acabarán bien juntos que realmente haber hecho una buena unión. Ella no puede saberlo hasta que no nos presentamos el día de su festividad-le miré con cara de no entender absolutamente nada. 

-Eso no tiene sentido. 

-Pero aún así, es así como se hacen las cosas. No han sido pocas las parejas que ella ha desaprobado tras haberlas unido en origen. 

-¿Y qué pasa con esos Mates?

-La unión que los conectaba se rompe y pueden rehacer sus vidas con otra persona-un pozo negro y profundo se abrió en mi estómago. ¿Qué acababa de decir? Eso... eso no podía pasar. Estaba empezando a sentir cosas por Derek que no había sentido antes en toda mi vida y, ¿ahora resulta que una inexistente Diosa podría romper mi relación con él y hacer que Derek se acabara enamorando de otra? Pero, ¿qué injusticia era ésta? Mis sentimientos no eran intercambiables como las piezas de Lego. Yo no era un yoyó. Había encontrado mi lugar aquí y no iba a dejar que un ente invisible me echara-. No hace falta que muestres tanto miedo. A nosotros no nos va a pasar. 

-¿Miedo? ¿Cómo que miedo? Yo no tengo miedo-a pesar de mis palabras, las había dicho con un tono mucho más agudo del habitual, lo que dejaba claro lo alterada que esto me había dejado-. Además, ¿cómo puedes decir que no nos pasará con tanta seguridad?

Mi Mate. Mi AlphaWhere stories live. Discover now