II Lluis*

190 61 96
                                    

Luna Acelerada*

     −Vamos padre, hemos de cumplir un encargo −aviso nerviosa y con prisas a mi padre, se acerca el reencuentro con el gran druida del bosque. 

     −Cierto, pequeña Mariposa. Debemos salir pronto, el camino es largo. 

     Abandonamos la casa familiar y el poblado. Médico camina delante musitando y haciendo cábalas. Le sigo de cerca dejándome llevar por la brisa, absorta en cada detalle, en cada animal, en cada árbol, en cada piedra, en cada pájaro, en cada flor. Guardando mariposas en mi mente, cada momento para no olvidarlo. Frío, del cielo los primeros copos de nieve en danza acompasada van posándose sobre la copas de los árboles.

     El valle da paso a frondoso bosque de serbales centenarios que susurran constantemente desde otros mundos historias antiguas de amores olvidados entre dioses y humanos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

     El valle da paso a frondoso bosque de serbales centenarios que susurran constantemente desde otros mundos historias antiguas de amores olvidados entre dioses y humanos. Miradas atentas y sombras escurridizas. Voces y sonrisas perdidas entre las ramas de los árboles.

     Mi padre me mira de reojo, buscando entre la espesura −Las criaturas mágicas del bosque nos vigilan desde hace rato.

     −Sé que nos observan padre, pero no alcanzo a verlas, ¿cómo son?

     −Algunas son diminutas y tímidas, otras malhabladas, otras trabajadoras y atentas, otras grandes y malvadas, algunas habitan en los árboles, otras en el aire y algunas pocas en las fuentes y estanques.

     − ¿Podré verlas ?

     −Son escurridizas y muy reservadas pero si alguna vez vives en el bosque y pones empeño en ello, por seguro llegarás a conocerlas.

     − ¿Sí...? me gustaría.

     En el camino una piedra con símbolos grabadas de protección,  entrelazada de flores y helechos. Un águila silba en el cielo, anunciando nuestra llegada.

     −Vamos Mariposa, ya casi hemos llegado.

    Junto a un riachuelo una casa redonda de piedra, madera y paja; un huerto descuidado, un manzano.

     La puerta abierta, el interior desordenado, aparatos extraños y trastos esparcidos, calderos de varios tamaños, fuego encendido, olor a inciensos y un búho clavándome sus enormes ojos.

     La puerta abierta, el interior desordenado, aparatos extraños y trastos esparcidos, calderos de varios tamaños, fuego encendido, olor a inciensos y un búho clavándome sus enormes ojos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Maga Mariposa (Cuento ilustrado)Where stories live. Discover now