X Muin*

68 34 39
                                    

     Luna Sangrienta*

     Caballo de Estrellas cabalga escoltado por guardia de caballeros de hierro, en mi lomo Niña Luna se aferra a las crines, acompasados latidos de nuestros corazones.

     Joven Guerrera abre la marcha, en sus mejillas lágrimas contenidas. Da un grito de guerra, antes de perdernos en una desesperada carrera hacia un futuro peligroso e incierto.

     Nos cruzamos con grupos de compañeros con antorchas, armas, palos y piedras, van con los rostros erguidos y orgullosos hacia la llamada en defensa de su mundo. Nos detenemos el tiempo suficiente para darles bendiciones, todos quieren tocar a Niña Luna.

     Cruzamos bosques y páramos, angostos caminos entre riscos y el grito entrecortado de nuestra guía, − ¡Emboscada! Proteged a...

     Una fuerte envestida la descabalga y arrastra por el suelo. Un grupo de hombres con cuerpos de bestias saltan sobre los caballeros, entablándose fiero combate a muerte.

     Yo permanezco aturdida en la conmoción por la brutalidad de cuanto me rodea, por los gritos y ese olor a sangre arrancada de cuajo. Reacciono, frente a mí, la sombra de algo parecido a un ser humano chilla fantasmas y escupe venenos − ¡Matadla! Y traedme a la niña.

     Arremeto contra él en envestida desbocada. −¿Quién te crees tú para venir a...?

     Golpeo contra protecciones, del empellón caigo aturdida recuperando mi forma. La sombra se precipita daga en mano hacia mí. Una flecha atraviesa su brazo otra el cuello, cae retorciéndose en un ahogado chorro de sangre. La guerrera tiene buena puntería con el arco.

     Busco a Niña Luna, me sonríe asustada sentada en el suelo.

     Un hombre con forma de lobo cae sobre mí, su zarpa desgarra mi espalda, esquivo la siguiente envestida letal. Duro combate. No es mi maestro, es el enemigo y quiere arrancarme mi vida, para no permitirlo me prepararon. Cambiamos golpes por el suelo. Me revuelvo, atino a coger la daga, la coloco sobre su cuello.

 Me revuelvo, atino a coger la daga, la coloco sobre su cuello

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

     − ¿Por qué hacéis esto?

     −Por odio.

     − ¿Qué es odio?

     Me escupe. En el fondo de ese ser malvado y horrible veo la mirada de un niño que llora aterrado.

     Huyen los demonios, se disipan los fantasmas tras la muerte de su amo.

     La joven guerrera grita −mata a ese demonio.

     −Es un ser humano, no puedo manchar mis manos...

     −Pues quita, lo haré yo.

     − ¡He dicho no! Quiero saber a quién nos enfrentamos, es mi prisionero. No olvides que yo estoy al mando, que nunca más tenga que recordártelo.

Maga Mariposa (Cuento ilustrado)Where stories live. Discover now