XII Ngetal*

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Luna de las nocheslargas*

     Dónde fuiste compañero que no me alienta tu presencia, dime maestro dónde estás que te llamo y no respondes, que te busco y no te encuentro. Malos presagios ensombrecen mi alma, no quiero verlos, ni escuchar este silencio que nos separa. Regresa a mi lado para que pueda nuevamente cogerte en mi regazo bajo Sauce para enjuagar tus manos. Estoy sola, sola me siento, temo por ti y que no vuelva nunca más a sentirte, a escuchar tu voz, tus consejos tu sonrisa.

     Busco la oscuridad y la protección de las frías y solitarias murallas, atrayendo la atención de fantasmas de la desesperanza y el miedo.

     − ¡Fuera, fuera! −Una voz estridente los espanta

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     − ¡Fuera, fuera! −Una voz estridente los espanta.

     −Deberías saludar a mi hermana, anda conmigo enredada, piensa que te habías olvidado de nosotras y no querías visitarnos.

     −Disculpad, no sabía que... ¿Quiénes sois?

     −Soy Vid y ella mi hermana Hiedra, nos mandaron proteger estas murallas.

     −Pero estás llorando, ¿qué te pasa muchacha?

     −Se me ahoga el alma, me asusta el mañana, sin él a mi lado.

     −Relájate, no pienses en nada, cierra los ojos y cuenta hasta diez –comenta Vid.

     −Y hallarás la respuesta que andas buscando – recalca Hiedra.

     Cierro mis ojos, limpio mis lágrimas y cuento... Frente a mí Cuentacuentos. Le observo tocando su flauta de Caña.

     −Dime Cuentacuentos, ¿por qué siempre sonríes?

     −Porque soy feliz –responde el hermoso muchacho.

     − ¿Por qué eres feliz?, ¿cómo puedes serlo incluso en estos momentos de incertidumbre?

     −Porque estoy aquí y ahora, con los héroes de los que hablarán mañana, porque están todos los que han de ser y tú estás con nosotros, y yo, Cuentacuentos estaré a tu lado, para narrar tus hazañas y victorias hasta que regrese el corazón del árbol. Soy feliz, porque los que vengan después dirán de mí que, fui el último cuentacuentos, el que conservo la tradición de nuestra magia. Todos dirán: "allí estaba Cuentacuentos junto a la gran Maga que, con un puñado de niños, venció a los demonios".

     Cuentacuentos sonríe, se lleva de nuevo la flauta a los labios y entona una melodía que eleva nuestras almas. Vid y Hiedra cantan desentonadas.

     −Gracias amigas, me alegro de contar con vosotras, seguro seréis de gran ayuda. Vamos Cuentacuentos, que nos queda un largo camino por recorrer y a un ejército de niños que entrener.

     −Detrás de usted Maga. No piense que está sola, estamos todos unidos por el mismo espíritu que se eleva poderoso entre estos muros.

     −Me siento orgullosa de tenerle a mi lado Cuentacuentos, ahora me siento un poco menos sola.

Maga Mariposa (Cuento ilustrado)Where stories live. Discover now