Parte 51: Fiesta de despedida

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El sábado 9 de agosto lo recordaré toda mi vida.

Muy pronto esa mañana recibí un mensaje de Yaiza, en él me decía que para dentro de una hora y media estuviera vestida enteramente con ropa blanca, sin especificar nada más.

En ese momento me sumergí en mi armario y saque toda la ropa blanca que fui encontrando, al final me decidí por una camiseta de una sola manga y con un fleco semi transparente por esa parte, un pantalón de tela vaquera blanca por las rodillas junto con unas sandalias con un poco de cuña blanca, debajo de la ropa me puse un bikini blanco ya que entre toda la ropa interior no tenía nada blanco; por otro lado mi hermana me trajo una mochila blanca de cuero que tiene y mi madre un monedero, eso puede ser un poco exagerado pero divertido.

A la hora acordada Yaiza estuvo a la puerta de casa junto con su hermano mayor, nos daría un empujón para llegar más rápido a la playa, desde donde no dejo solo eran 5 minutos

Mientras nos acercábamos al bar de los padres de Eve se empezaba a escuchar música. Antes de llegar allí Yaiza me soltó y mojo un poco el pelo, según mis amigas me queda muy bien y luego me puso una corona de flores también blanca.

Cuando todos me vieron estallaron en gritos y aplausos, luego Mery me dio una bebida, sin alcohol por supuesto, y empezó la fiesta

Durante las siguientes horas bailamos, hicimos el tonto y nos divertimos muchísimo.

Yuri y Yaiza se paseaban por ahí con cámaras supongo que haciendo fotos y videos de todo el mundo y del ambiente de la fiesta.

A la hora de comer sacaron unas mesas y las llenaron de muchas comidas diferentes, pizza, mini hamburguesas, sushi... pero de todo lo que hubo no quedo absolutamente nada, sobre todo porque había un montón de lobos allí y ellos comen por tres.

Esas horas de más calor las pasamos en la terraza cubierta, tenía un sistema de aspersores de bruma que cada 5 o 10 minutos soltaban agua y eso hacía que se estuviera muy a gusto.

Una vez pasadas esas horas de calor fuimos a la playa a seguir divirtiéndonos, a 5 minutos de estar allí alguien me quito el vaso de bebida de las manos para luego ver acercarse a Yuri, no supe con qué intención hasta que me tubo cogida, así corrió hasta el agua, en ese momento di gracias a haberme puesto un bikini y que tanto el móvil como la cartera estaban en la mochila dentro del bar.

A partir de ahí todo el mundo se metió en el agua, allí de nuevo y con unas cámaras distintas tanto Yuri como Yaiza siguieron haciendo fotos y videos mientras nos divertíamos.

Un poco antes de que empezara a anochecer los padres de Eve nos obligaron a salir del agua, nos dieron unas toallas a todos para que nos secarán y nos obligaron a quitarnos la ropa húmeda, todo menos los bañadores, lo meterían en la secadora que tiene para los manteles del bar.

Así a la hora de la cena nuestros bañadores ya estaban más secos y pudimos ponernos la ropa, para luego pasar a cenar, eso fue una gran, gran barbacoa.

De nuevo durante ese rato de más calma intente hablar un poco con todo el mundo que había venido y daba las gracias.

Mientras estábamos así Yaiza se subió al pequeño escenario que tiene el bar.

- Esto se está a punto de acabar, como ya se hizo en otra ocasión algunos hemos preparados algunos regalos para Sara, así que es el momento de darse los.

Me coloque en una mesa y allí me los empezaron a dar, di gracias que la mayoría eran hechas a mano y con materiales baratos, también había álbumes de fotos o cualquier objeto imaginable al que se le pudiera poner una foto de un grupo de amigos o de alguien en particular conmigo.

Prácticamente todo lo que me dieron me hizo llorar, algo que tampoco es muy difícil de todas formas, recordaba los momentos vividos con todos mis amigos y era una sensación agridulce.

Una vez terminamos con los regalos, que no sabía muy bien cómo me iba a llevar a mi casa, me obligaron a subir a mí a la tarima y hablar.

- Bueno, gracias a todos por formar parte de mi vida, quiero que sepáis que os echaré mucho de menos a todos vosotros; gracias por todos esos bonitos momentos juntos y gracias por todos estos regalos, no sé cómo me los voy a llevar a casa, ni como los voy a colocar en mi nueva casa pero no me des are de ninguno nunca, gracias por supuesto por aparecer en mi vida antes o después so quiero igual y espero que vosotros a mí.

Todos rieron y aplaudieron, incluso vi algunas lágrimas por ahí. Al bajarme empecé a recibir abrazos de todo el mundo y palabras de cariño.

Después de eso todos se empezaron a marchar, una vez solo Yaiza, Eve, Yuri y un par de lobos, empezamos a colocar los regalos en unas cajas que la madre de Eve nos había dado, después de mucho Tetris, conseguimos que solo fueran 6.

Esta vez tuvimos que hacer todo el viaje a mi casa andando, los lobos en ese momento fueron de mucha ayuda, una vez en mi casa mi madre me hizo poner mi nombre en cada caja y sacarlo a la lona del jardín, ya se lo enseñaría una vez en la otra casa.

Cuando todos se fueron a su casa yo subí a ducharme y ponerme el pijama para después recibir una llamada de Seth

Lo primero que le conté fue la fiesta, ocultando la como un cumpleaños, el por su parte me dijo que su fiesta de cumpleaños ya no iba a ser tan sorpresa ya que a Leah se le había escapado; decir que en ese momento me invadió el pánico se queda corto, aunque lo siguiente me relajo.

- Mi madre me ha dicho, después de que supera que están arreglando las casa que os venís en octubre, ósea que te vas a perder el primer mes de clase -afirme más relajada- ¿no puedes de alguna forma venir a mi cumple y luego te vuelves?

No supe muy bien que decir, gracias a dios me salvo Sue.

- Seth, no digas tonterías, como va a venir ella sola, además que le dice a su madre, -¡eh! me voy a la otra punta del país al cumple de mi novio no me esperes despierta-, no la agobies cariño ya haremos algo cuando este aquí.

Seth resoplo con fuerza

- Esta bien, olvida lo, ya haremos otra.

- Ten paciencia cachorrito, cada cosa lleva su tiempo.

- ¡Oh! Gracias por su sabiduría sensey.

Los dos reímos, después de hablar de otras cosas banales nos despedimos y una vez que los lobos estuvieron en mi habitación me quede dormida.

Una Quileute másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora