El Príncipe Del Campeón

Naruto Y Sasuke III

Era una decisión complicada, pero en la situación que se encontraba Minato, no había demasiado qué pensar. Una hora de encierro en su habitación fue más que suficiente para poder acumular la fuerza para dar las órdenes de
que encontraran a Sasuke y trajeran su cabeza.

La oferta había sido realmente
jugosa, por lo que, para el rey era una dura prueba de resistencia poder
respetar el honor y la confianza que había depositado en él.

Aunque lo consideraba un amigo, el guardián supo que el corazón del rey
se corrompería con mucha facilidad, por lo que, tenía que tomar las
previsiones y preparar todo antes de que el rey lo tomara por sorpresa.

Sasuke tomó su caballo escapó tan rápido como pudo de los dominios del Castillo sin decir absolutamente nada a nadie ni dejar ningún rastro, pero, aunque avanzaba con mucha velocidad hacia las afueras de las tierras pertenecientes a Minato, no podía dejar de sentir cierta pena por el príncipe que dejaba atrás.

El destino que le esperaba este chico era terrible, ya que, al estar
acompañado de un hombre como Hashkur, lo único que podía esperarle en un futuro era la tragedia.

Las mujeres que forman parte de su colección simplemente eran reemplazables, y cuando pensaba que alguna de ellas ya no cumplía con los requisitos necesarios para mantenerse dentro de las comodidades de su reino, simplemente eran ejecutadas y sus cuerpos eran lanzados a los leones.

Toda esta realidad era desconocida para el padre del príncipe, quien simplemente está pensando en el dinero que va a recibir al entregar el hermoso jovencito.

—Mi señor, Sasuke se ha ido. —Dijo uno de los guardias tras haber revisado minuciosamente cada uno de los rincones del reino.

—¿Cómo que se ha ido? Sasuke nunca me abandonaría. Búsquenlo, debe
estar oculto en algún lugar.

—Lo hemos buscado tal y como lo ordenó, pero no están ni sus cosas ni su
caballo. Se ha esfumado.

—Pues vuelvan buscar, maldita sea. No está hecho de humo, tiene que
estar en algún lado o debió haber dejado huellas. Necesito que lo ubiquen y  pronto.

Los gritos de desesperación que muestro Minato, dejaron completamente desubicado al joven guardias, quien corrió rápidamente a proporcionarles la orden al resto de los hombres.

Había que encontrar a Sasuke, no había otra opción, pero, aunque este tenía una gran ventaja sobre ellos, no podría salir con la conciencia limpia si dejaba al doncel abandonado a su suerte.

Sasuke y Naruto jamás se habían visto, no sabían realmente quiénes eran el uno y el otro, tanto el doncel como el guardia, habían escuchado sus nombres, los comentarios de Hinata, o las continuas descripciones que se generaban acerca del hermoso príncipe.

Sasuke nunca había tenido la posibilidad de compartir palabras con el, aunque lo había visto en algunas oportunidades muchos años atrás, su recuerdo era difuso y sólo voy a recordar su cabello amarillo.

Quizá era la forma de pagarle a la sociedad que había servido a un rey que estaba completamente
demente, por lo que, antes de cruzar un gran puente, cuyo plan era derribar
para no ser seguido, decidió volver al reino.

Una fuerza que lo superaba, movía a Sasuke directamente hacia el encuentro con el chico, ya que, si este era adquirido por Hashkur, seguramente tendría un final fatal.

Este hombre no era muy paciente, ya que, si las mujeres no eran
complacientes y dóciles, destruía sus espíritus a punta de golpes y violencia,
ya que, era un hombre que le gustaba ser tratado como un rey, por lo que, no
estaba dispuesto a aceptar insolencias de ninguna chica o doncel.