El Príncipe Del Campeón

Naruto Y Sasuke VII

Puede que el vino haya desinhibido completamente a Sasuke, pero nunca se
permitiría faltarle respeto al príncipe, quien había decidido aquella noche
quedarse encerrado en su dormitorio.

El lugar que había sido dispuesto para el descanso de los invitados, se había convertido básicamente en el lugar de
aislamiento del rubio, quien utilizaba gran parte de su tiempo para
analizar la situación en la que se encontraba y tratar de calmar sus
sentimientos.

Todo lo que había despertado Sasuke en el, ya estaba afectando hasta desestabilizarlo prácticamente hasta los huesos. No dejaba de pensar en él, constantemente lo imaginaba en su cama y mientras más lo veía, más seguro estaba que pronto sucumbiría ante los deseos este hombre.

Sasuke intentaba mantener la distancia, dormía en el suelo, a pesar de ser una cama bastante amplia donde dormía el rubio. Se mantenía alejado, ya que, la tentación podría llevarlo a cometer un grave error del cual puede arrepentirse pronto.

No estaba allí para satisfacer sus deseos o cumplir alguna fantasía, estaba
allí para proteger al príncipe y regresarlo sano y salvo a su reino.

 
Naruto sentía cierta presión ante el nivel de resistencia que experimentaba el guardia, ya que, este no dejaba que ninguna oportunidad se presentara y ambos pudiesen darle rienda suelta a la pasión.

Aquella noche, mientras Sasuke se encontraba a las afueras de aquella
bodega, en su mano sostenía una copa de vino, la cual no era la primera de la
noche y no estaba dispuesto a que fuera la última.

Había sufrido una gran
cantidad de tensión en los últimos días, por lo que, aquella celebración se
había convertido en excusa perfecta para relajarse un poco. Bebía una copa de vino tras otra, y tras llegar a la bodega, decidió seguir bebiendo un poco más antes de ingresar.

Su estado de ebriedad era notable, pero tenía algo de tolerancia al alcohol,
por lo que, parecía muy normal.

Se veía tranquilo, relajado y un poco alegre, una acción en su rostro que no sé bien visto en el buen tiempo. Naruto, a quien la ansiedad lo consumía durante su encierro, decidió salir aquella noche caminar, pero tras su encuentro con Sasuke en la puerta, se dio una sorpresa bastante agradable.

-Sasuke¿qué haces aquí? Pensé que estarías en la celebración.

-Sí, estuve allí gran parte del día, pero pensé venir a descansar, pero no
quise molestar.

Naruto observó que su comportamiento era completamente diferente, se
veía relajado, sin estrés y muy conversador, por lo que, decidió pasar algunos minutos conversaron acerca de lo que había ocurrido de la celebración.

 
Sasuke por primera vez no había hablado de sobrevivir, escapar o esconderse, se veía fluido y tranquilo al compartir con el doncel, algo que terminó de atraerle al joven.

-Me gusta verte sonreír, ojalá lo hicieras con más frecuencia. -Dijo Naruto
De nuevo, el joven intimidado, iluminó su entorno con una enorme sonrisa
de dientes perfectos que dejó al rubio  completamente desarmado.

Este, cansado de tanta resistencia, sucumbió ante tus deseos y se acercó al
caballero, intentando hacerlo lentamente. Sasuke, quien en otras oportunidades había resistido positivamente ante sus deseos, esta vez no pudo controlar la tentación de conocer el sabor de los labios de aquel hermoso príncipe, por lo que, apartó el cabello rubio del rostro e hizo contacto con los labios del doncel.

El sabor era espectacular, la suavidad, la superficie tersa y delicada, le hizo experimentar una expresión de sensaciones en su pecho que
lo excitaron inmediatamente. Algo hermoso se despertaba en su mente, manos, cuerpo, su zona genital, mientras su mente y su corazón actuaban en contra de él.