Letras a Orixá

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REGALO DE ORIXA

Cuando nací, los Orixás me dieron un regalo. Sí, un regalo compartido con todos mis hermanos y hermanas de fé. Un regalo que no pesa, uno especial, de esos que hacen brillar al alma y calmar la pena.


Cuando nací, mi corazón fue el primer tambor que conocí. Su repiquetear me daba fuerzas, alejaba los miedos, calmaba las tristezas y caprichos. El corazón, el primer repiquetear, el primer tambor. Regalo de Orixá.


Al crecer, el corazón precisaba un refuerzo, un instrumento musical que lo ayudara en su ardua tarea de mantenerme con vida y con ganas de vivirla. Entonces, unas manos sabias, manos divinas, tocaron los atabaques. Sí, esos instrumentos que ayudaban al corazón. Y al escucharlos... Los miedos se alejaban, las tristezas ya no pesaban, los sueños tomaban fuerzas y las ganas de danzar me colmaban.



Mi corazón se sentía complacido por sus hermanos atabaques, porque entre ambos regalos, los Orixás velaban, para que mi camino no me comiera, ni venciera...Porque siempre habría una "corazonada" o un toque que me levantara durante la lucha.

¡ALUPO! POEMA PARA ORISA BARA

He vagado sin rumbo,
perdido en mi mundo,
pensamientos lejanos que no conducían,
sólo obnubilaban.
Caminaba pensando,
pensaba sin pensar,
agotada mis emociones y mis fuerzas.
En medio del camino lo encontré,
a Bará, quien me libera de todo mal.
Sonriendo me dio valor,
me acompañó y guió,
porque más allá de ser dueño del camino,
es también, mi gran vigía,
en todos los días,
hoy y siempre.
Bará, Orixá de los caminos,
yo sigo tus pasos.

ALIENTO DE VIDA, CARICIA DE OYA



Silencio. De repente se escucha un grito de guerra, en medio de la oscuridad. Mariposas de luz comienzan a revolotearnos, se vuelven más brillantes al tocarnos.


Un búfalo espectral surge de la nada, lo oscuro comienza a ser ganado por relámpagos. Nuestra piel comienza a sentir, hay viento, brisa y huracán sucedidos el uno al otro. Comenzamos a respirar, una, dos...tres veces. Estamos vivos.


Atrás dejamos a los otros espíritus, que ella espanta danzando. Ahora estamos encarnados.
Comienzan otras batallas, una guerra sin cuartel. Ha triunfado la vida, pero con ella, comienzan otras conquistas y para ganar, está ella: señora de los vientos, compañera de Sangó en los tambores, dueña de la espada que refulge sobre la faz de la tierra, compañera de Ogún en la guerra, de Esú en los caminos, incluso de Xapaná, para alejar a la muerte. Ella es Oyá, tormenta de la naturaleza, reina de los secretos de eggún. Es Oyá, la implacable guerrera. Es Oyá, en el Amanecer del Sol. Es Oyá, quien nos dio el aliento de vida, y la brisa que nos permite vencer ante el infortunio.

POEMA PARA PAPÁ SANGO

¿Qué es la vida más que una balanza?
Tristezas, alegrías,
enojos, calmas,
bondad, maldad,
luz, oscuridad.

¿Qué es la vida más que un juicio?
Cada palabra, cada acto,
siempre alguien observando,
si está bien es recompensado.
Si está mal, paga el pecado.

Sangó desde su trono,
de rígido rostro,
roca maciza que todo contempla, sólo observa.
Muchos buscan que su justicia llegue al hermano, al malvado.
¿Alguien piensa en cómo estará su balanza,
su vida,
cómo ve su espíritu el rey de Oyó,
señor de la justicia y las leyes?
¿Alguien apela, siquiera, a la autorreflexión?

Agradecida estoy a mi padre Sangó,
quien con circunstancias dolorosas me ha conducido al eje,
con triunfos me ha suavizado el alma,
y con palabras, me ha hecho encontrar un camino.

Abran paso,
que suenen los tambores,
el león ruge anunciando,
la llegada del rey.
Salve Kawo!
Kawo!
Kawo Kabelescile!
¡Abran paso que el rey está pasando!

Letras de Axé I: Luz en la Oscuridad.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora