Letras de la Umbanda

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ESENCIA DE FE



Barco negrero que surcó los mares, llevando en su interior almas en pena, carne herida; libertad ausente que todo lo transformó. Atrás quedaban la aldea, los tambores, la familia, la identidad.

En ese barco, en esas tablas, su vida se apagaba: algunos morían por pestes que corrompían sus cuerpos, para mantener vivas sus almas, allá, en el cementerio más grande que tiene el planeta tierra.

Las esperanzas se volvían nulas, la lejanía se sentía en los huesos, y en sus ojos morenos. Ojos morenos de negro. Así comenzaron a llamarlos: "los negros" que venían a hacer los trabajos desdichados que los europeos creían no merecer. Sus manos europeas no podían acercarse a las plantaciones, ni servir en sus casas, mucho menos cuidar de los vástagos que sus relaciones conyugales tenían como consecuencia. No, esas tareas impúdicas debían ser realizadas por otros seres, animalitos parecidos en apariencia, pero de piel negra, como la noche. Eran seres malos que debían ser corregidos por ellos, los europeos cristianos, católicos, protestantes... Ellos, amigos de Dios.


El barco negrero llegó a puerto, con muertos en su trayecto, con penas y sufrimiento. Bajaron a las apuradas a los animales que, según apariencia e imagen risueña cotizaban en el mercado. Ya no eran personas, no eran animales, eran cosas para ser vendidas.



Lejos quedaba su ser, su identidad, su historia. O por lo menos, eso creyeron los amos.

Bajo el manto de la noche, se hicieron familia. Bajo la mantilla blanca escondían sus raíces, bajo la fiesta y el calor del tambor, escondían sus esperanzas. Su fé nunca se quebró, no importaron los latigazos, castigos, las oraciones con crucifijos; no importaron los cambios de nombre, las violaciones, las muertes de hermanos y padres. No. Sabían que se volverían a encontrar, en la tierra sagrada que tanto habían oído hablar.



En sus rituales disfrazados de noches musicales, ellos eran libres. Libres en cuerpo, libres en alma. Libres sus emociones. LIBRES. Era cuestión de tiempo para que esa libertad tuviera fuerza, rompiera las cadenas, y triunfara sobre la muerte, el desamor y los barcos negreros que tanto habían marcado a un pueblo bajo leyes de odio y terror.



La libertad, la fuerza, el amor... Axé. Esencia de nuestra fé.

POEMA PARA MI MADRE BAHIANA

Mujer de ojos café,
Tu luz guía mis pasos,
Tu sonrisa ilumina mi alma.
Mujer que has vivido en tu carne y espíritu la esclavitud...
Qué hacer si no estás en mis caminos?

Zambí me dió su bendición,
Me envió a mi madre bahiana para garantizarme protección...
El pueblo de la tijera y de raíces marcadas,
El pueblo de la alegría y la esperanza,
De ese pueblo es ella, mi madre bahiana,
A ella encomiendo mis ruegos, de noche, de tarde...con el alma.

PROTECTORES DE VUELO – CABOCLOS



Estamos aquí. No nos ves, pero...¿Puedes sentirnos? Cierra los ojos, respira profundo ¿Y ahora? ¿Has notado esa brisa, ese rocío, ese cambio en tus latidos?


Eres parte de nosotros y nosotros somos partes de tí. Calma. Todo a su tiempo. Respira, abre tus brazos, imagina que son alas y tírate al vacío, como hacen los pichones al salir del nido. ¿Lo ves? No estás sólo. Estás volando, a veces bajo, otras alto. A veces acompañado; otras, solo. Pero siempre volando.
Tu plumaje varía según tu misión en la vida. Vuelve a calmarte. Ya encontrarás el motivo por el cuál has encarnado en este mundo que muchas veces has titulado "nefasto". Y cuando lo encuentres...

Ven a visitarnos. Estamos contigo. No necesitas ir a un lugar; enciende una vela en nuestro nombre. Ilumina tu camino. Somos seres desencarnados que a la Naturaleza volvimos, somos tu aire, tu abundancia, tu esencia más pura. Somos caboclos, no lo olvides, siempre llegamos para ayudarte en tu vuelo.

FE- Poema de Preto/a Velho/a

Alma bendita,
tu cuerpo en el cautiverio,
tu espíritu, libre en el viento.
Amo sentirte,
tu abrazo, tus consejos.
"Mi viejita", que no es mía, sino del tiempo.
Espíritu amado,
cuidadoso, sabio...
¿Por qué sonríes si todo parece estar mal?

"¿Por qué lloras hijita? Si todo está bien.
Vives, amas, sientes, sueñas, tienes a los guías...
a los ORIXAS... a tu lado..
¿Por qué lloras hijita? Todo está bien."

Entonces, miré con sus ojos
y lo vi claro:
mientras haya fé, todo es posible.


Letras de Axé I: Luz en la Oscuridad.Where stories live. Discover now