XVI

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A penas había pasado una semana, sin embargo, los días sin tener noticias de Harry se estaban volviendo tan abrumadores que apenas dormía tres horas al día. Además, vomitar nada más despertarse y el cansancio corporal que arrastraba durante todo el resto del día se había vuelto una rutina. Ni siquiera podía comer algo del desayuno sin devolverlo.

Al menos, había conseguido dejar de llorar. Estaba bastante centrado en elaborar el plan perfecto para salirse con la suya. Durante la semana se había puesto en contacto con todos los líderes de las tribus que alguna vez habían colaborado con Khrretz. Para que lo tomaran enserio, evitaba firmar las cartas dejándole esa faena a Zayn. Al fin y al cabo, siempre había estado mejor visto que un alfa fuera el encargado de dirigir.

Immor, el prometido de su hermana y príncipe de un poderoso reino del norte, había llegado a la tribu el día anterior. Estaba dispuesto a lo que fuera con tal de recuperar a Lottie sin ningún daño. Esto alegraba a Louis, Immor era el hombre perfecto para su hermana. Sin embargo, desde que llegó las cosas cada vez estaban más tensas. Según creía recordar, era la primera vez que un príncipe de un reino colaboraba con líderes de tribus. Estos habían sido enemigos desde que existían los primeros hombres. Y, la rivalidad entre ellos era notoria.

Louis, dejando de lado las pelas innecesarias, estaba tratando de conseguir de alguna manera encontrar la forma de atacar sin que Andrew hiciera daño a alguno de los dos. No podía presentarse con las tropas enfrente de las murallas de Senequer y esperar que Andrew no hiciera el amago de matar a su hermana o a su alfa. Y, entregarse era una completa locura. Este dilema le perturbaba durante todo el día no había momento que no estuviera presente en sus pensamientos.

Savannah, se había quedado con él toda la semana, y, en realidad, estaba siendo un gran apoyo. Se sentía como si fuera su hermana. Niall iba a comer todos los días. Y, por las mañanas y las tardes se pasaban metidos en la sala de estrategias tratando de conseguir cualquier cosa útil. También, Louis había asistido a varias reuniones con otros líderes, entre ellos, algunos le tomaban enserio y otros se reían en su cara. ¿Cómo iban a pactar con un omega? De todas formas, no necesitaba a nadie más. Había logrado reunir el ejército más grande y poderoso jamás visto en la historia de todos los reinos. Y sí, había sido él, un omega.

En estos momentos, no se sentía tan poderoso. Las rodillas le dolían, más o igual que el estómago y su cuerpo se estremecía cada vez que tenía una arcada. Sav se mantenía a su lado consolándole y frotándole la espalda. Después de pasarse un buen rato ahí, por fin pudo mirar a la cara a la omega. Como era costumbre, ella le tendió un vaso de agua y él se enjuagó la boca. La cara de Savannah daba a entender que se había estado haciendo mil preguntas. De las cuales Louis tampoco tenía respuestas.

-¿Qué pasa? -preguntó por romper el silencio.

-No, nada. -dijo Sav tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse.

-Sav. Puedo oler tu preocupación... -murmuró el omega mirándole sospechoso. -No me mientas.

-No sé, Louis. Quizás deberías llamar a un maestre para que te diga que tienes. No es normal que vomites todos los días. -hizo una pausa corta. -Te estás quedando escuálido.

Louis se encogió de hombros. Se había descuidado de él mismo tanto tiempo que ahora era muy difícil volver a empezar de nuevo. Suponía que todo ello terminaría cuando encontrarán al alfa y a su hermana a salvo y sin daños. No había formulado hipótesis más que esas de lo que podía ser, sin embargo, Sav había ido más allá.

-Louis. -dijo captando su atención. -¿No hay ninguna posibilidad de que estés...? -no pudo terminar la oración ya que Louis le interrumpió negando atropelladamente acompañando su voz al característico giro de cabeza. No sabía porqué pero esa pregunta le había molestado, algo se había revuelto en su pecho al escucharla. Quizás no quería planteárselo porque veía una faena imposible tener un hijo de Harry sin tenerlo a su lado.

Khrretz [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora