Ocho

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PLAYLIST;

DAUM - HEIZE.

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Oficialmente los tres delfines eran parte de la tripulación del capitán Min, habían empezado con trabajos que no tenían nada que ver con lo que ellos sabían pero de algo si estaban más que seguros.

Se ganarían la confianza del capitán para saber en donde tenía al amado príncipe del Mar de la perla rosa.

Ya se había informado a Tritón sobre la captura de su nieto a lo que el rey del océano reaccionó con enfado mandando decenas de tornados marinos a las costas de Esmeralda, también había enviado en una corriente marina a una gran perla azul que colocó en la silla Real de su nieto para que esta produjera la sustancia vital de ese mar en ausencia de su nieto.

También se había enterado de los planes de los delfines a los cuales de ser exitosos recompensaria con una bonita casa en el arrecife de coral y les daría su bendición para tener hijos preciosos, pues había escuchado que el líder del trío había dejado a su omega en Ópalo Rosa.

Mientras tanto el capitán no dejaba de asustar a la ingenua sirena...

- Bien muchachos - gritó desde la cubierta del barco - pueden irse, excepto YeonJun.

Los delfines se miraron entre sí dudosos pero lo animaron y este asintió pasando un pedazo de franela sobre su cabello azul oscuro.

- YeonJun, mire, le tengo una pregunta...

- ¿cuál es, capitán?

- ¿por qué te gusta el pescado crudo?

YeonJun abrió los ojos asustado, ¿no es así como debe comer?

- B... Bueno porque así se desperdicia menos el aceite esencial - sonrió asintiendo - ayuda mucho a la buena memoria, ya sabe, para recordar las rutas.

- aajh ya veo - tosio el capitán - ¿debería probarlo?

- ¡Claro, fresco sabe mejor!

- Bien, quizá tengas razón, oye y qué comen las sirenas... Quiero decir, ¿son vegetarianas?

YeonJun encendió sus alertas y escuchó con atención.

- No, ellas comen coral... Ya sabe como si fuesen galletas.

- ¿estás de joda?

- No capitán, ¿por qué la pregunta sobre lo QUE COMEN LAS SIRENAS? - El capitán tapó su boca pero eso no evitó que los demás delfines escuchasen.

- Callese - lo reprendió - solo tenía una duda, haga un mapa con los arrecifes de coral de Esmeralda y la lista con descripción de cada coral.

- ¡si capitán! - saludo - ¡a la orden!

Se retiro e "ignoró" a los demas delfines que se hicieron tontos en lo que el capitán Min se iba para alcanzar a su líder.

Mientras tanto el capitán no demoraba en llegar en su caballo hasta su mansión, donde entró con una sola intención, jugar con la mente de la sirena.

Los tacones en las botas del capitán resonaban en la losa de mármol, sus ojos exploraban cada detalle de la puerta a la que paso a paso se acercaba, hasta que escucho unos cánticos y de manera automática tapó sus oídos.

- Hijo de puta - susurró entre el enfado y la sorpresa, subió a su pieza por unos tapones para evitar el hechizo del canto de la sirena y fue donde el príncipe.

- Hoooola pecesito azul - Jimin levantó la mirada sin dejar de cantar - ¿como la haz pasado hoy?

- ¿Usted como cree? - refunfuño escondiéndose entre su cola y apretandola a su alrededor.

- ¡que muy bien! - el capitán subió las escaleras y con la mano le indicó que subiese.

Jimin negó con los brazos cruzados.

- Si no subes te dejaré sin comer otra vez - Jimin frunció su boca en media luna hacia abajo y nadó hasta la superficie - ¿ves que es fácil obedecer? - sonrió acariciando su rostro que aún tenía raspaduras de las redes de captura.

- Usted no me obedeceria si yo le hubiese hecho lo mismo - giro su rostro.

- ¿te duele? - preguntó girando su cabeza de vuelta - ¿quieres un ungüento para que se cierre?

- por qué debería confiar en usted - lo miró entrecerrando los ojos.

- por qué yo nunca ofrecería ayuda a una sirena si no fuese porque lo siento - le apretó la mandíbula - pero si no quieres ya esta, quedate con esas heridas que hacen tu bonita cara de muñeca parecer un horror.

Jimin miró su releflejo en los ojos del capitán y vio lo que él decía.

- ¿me la daría por favor? - alzó su pequeño dedo palmeado con la punta azul.

- ¿dejaras de intentar encantarme con tu canto?

Jimin sonrió y asintió no sin antes cruzar los dedos de su otra mano que estaban ocultos tras su espalda.

- Bien, ya vengo - se bajó - mañana comerás coral.

- ¿de verdad? - sonrió sintiéndose un poquito más cálido, al parecer el capitán no era tan malo.

- si, he mandado a un nuevo marinero a trazar el mapa y escribir la descripción de cada coral de esmeralda, así sabre cual es preciso.

- ¡solo traiga coral naranja, rosa y azul!

- ¿por qué traería algo que tu me pides? - se volvió sonriendo de vuelta - ¿pecesito?

- Porque me voy a portar bien capitán Min - pestañeo - solo uno, ¿si?

- Ohh ya cállate, ya veré yo - sin más salió rumbo a la pieza de "recompensas" donde encontró el ungüento de algas marinas naranjas que lo ayudaban a sanar sus heridas abiertas, se lo había regalado una vez un cambiaformas de pulpo.

También preparo las algas que le daría de comer a Jimin y dejó un pescado crudo re mojando en limón.

- ni loco me lo como sin limón.

De nuevo las botas resonaban hasta que abrió despacio la puerta donde escontro al príncipe deshaciendo su trenza después de una semana.

Largos cabellos blancos e iridescentes eran liberados mechón a mechón en el agua donde flotaban con armonía haciendo ver al príncipe como lo que era.

- Seguramente te ves más bonito con tu corona ¿no es así?

Jimin sonrió mirando las algas que fueron tiradas por el capitán desde las escaleras, el príncipe se acercó a él nadando y levantó sus hombros.

- Soy lo bastante normal.

- Ven aquí, cierra los ojos - Jimin asintió y pudo sentir la sensación del ungüento de algas en su mejilla siendo acariciada por los dedos del capitán.

- gracias capitán Min, ahora no parece tan malo.

- No te confundas pecesito - sopló sobre su mejilla - he matado más sirenas de lo que tus únicos dedos podrían contar.

Capitán Min 💌 | YMWhere stories live. Discover now