Síndrome del corazón roto

Enamoramiento

Parecía una mala broma que le hacía su dolorosa adolescencia. Desde que había ingresado a Yūei, y cada día desde que lo conoció.

Los días pasaban, y cada vez pensaba con más frecuencia en su rostro delgado y asimétrico; nunca había conocido a alguien con heterocromía, ni tampoco había visto nunca una cicatriz tan grande en un rostro.

El primer día, cuando el peliverde se conocía con todos sus nuevos compañeros no pudo evitar seguir con la mirada al chico que se había presentado como Shōto Todoroki, con una reverencia y cero expresividad en sus facciones.

No solo porque era el hijo del héroe número 2; lo vio en el examen días atrás. Había supuesto que estaría en la clase 1-A por su gran singularidad, pero no olvidaba su rostro por esa inquietante cicatriz.

Francamente desde el primer momento no lo encontró atractivo, estaba demasiado estresado en ese fatídico examen como para detallarlo con detenimiento, pero en cuanto lo vio el primer día de clases no pudo quitarle la vista de encima.

Cada día su interés crecía. Cuando se cambiaban tras los entrenamientos veía su blanquecina piel ceñirse contra la delgada tela de su camisa de uniforme, y su elegancia al ponerse una simple chaqueta. Cuando leía frente a la clase se quedaba absorto en su voz, firme, segura y monótona. Al verlo en los recesos sentía el peso de una apatía inmensa, y al saludarse en las mañanas se petrificaba al sentir la mirada gélida de sus peculiares ojos.

Los días pasaban y los nervios de no saber qué decir o cómo actuar lo atacaban con frecuencia cuando el joven asimétrico lo veía a los ojos o le hablaba, aunque realmente nunca le hablaba, siempre era Izuku quien iniciaba la conversación de manera torpe y patética, pero el heterocromático solo se limitaba a responderle los saludos y las preguntas.

No hubo nada serio hasta el grandioso (o más bien tortuoso) día del Festival Deportivo. No pudo evitar dejar salir las palabras de su boca. Se dio cuenta de lo seriamente tragado que estaba de Todoroki.

Desde luego en cuanto se dio cuenta al 100% de su interés no se lo negó más. Ya le parecía ridículo decirse cosas como "solo es una gran admiración" o "tal vez estoy confundiendo gusto con amistad". Ahora solo podía pensar en cómo conviviría con él y sus sentimientos. Y no le pareció que sería tan difícil; pensaba que solo el cálido sentimiento al ver en sus ojos gris amarronado y azul celeste lo llenaban ya suficiente.

Que horrible fue el dolor, parecido a un desgarre en el pecho, al tenerlo cerca, y de nuevo ese mismo desgarre al verlo tan cercano y alegre con su compañera de curso, Yaoyorozu Momo.

Su corazón se sentía débil.

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Ok, llegó el momento de ser cruel con mi bb Izuku.

Ya sé que está corto el capítulo, y tendrán que acostumbrarse porque prácticamente todos los caps van a ser cortos :3

Espero que les haya gustado❤️