EN EL ARMARIO (+18↔GAY)

Apuestas en el armario.

Pov Stefan.

—¿Qué película es? —pregunté al ver que Calem se estiraba en el sofá.

—Amigos con beneficios. —No pude evitar soltar una risa irónica, me deshice de mi molesta camisa y me acomodé junto a él.

Algo curioso en Calem es que ha visto y sabe mucho sobre películas o series. 

Vi su pierna flexionada y como tomaba la otra, prestando atención a la pantalla. Estoy tan acostumbrado a que no tiene parte de la pierna que es muy natural verlo.

De hecho su cuerpo es... tan perfecto.

Mientras avanzaba la película pasó exactamente lo que creí que sucedería, todo se fue al diablo por sentimentalismos.

—Eso sería problemático —pensé en alto.

—Desde el inicio estaban jodidos —comentó sin preocuparse y junte mis cejas.

—¿No se te cae la cara diciendo eso, en nuestra situación, ex-virgen?

—Claro que no. —Ahora era él el que me miraba con obviedad, como si estuviese muy seguro de sí mismo y nosotros.

—Wow, ¿A qué se debe esa seguridad plena? —pregunté sin más.

—Somos sexo, no me gustas para algo serio —sonrió de lado—. No me enamoraría jamás de alguien como tú. —El comentario de Calem me dejó estático.

Estaba en ese espacio en blanco cuando no sabes si sentirte mal, impotente, confundido o no sentir nada en absoluto. ¿Qué acababa de pasar?

—¿Stefan? —Esa suave voz, que hace segundos me hirió sin querer, fue la misma que me bajó de mi ensimismamiento.

Es mejor así, no hay posibilidad de arruinarlo si él me ve de ese modo, siempre que esté con Calem estaré seguro.

Debo admitir que dolió. Pero hiere más cuando te usan, prefiero este tipo de dolor sin intención y con sus dulces ojos mirándome ajenos de maldad.

—Oh, sí, no pasa nada, solo me asombró tu seguridad.

—No te preocupes, estaremos bien, colega sexual —bromeó, tomó mi mano y se acurrucó debajo de mi brazo.

Intento no bajar la guardia, pero no me lo esta haciendo muy fácil tampoco.