𝐀𝐍𝐓𝚰 𝐇𝐄𝐑𝐎 - regulus & sirius black

II;ERES HERMOSA

—Arrogante

—Ajá

—Caprichoso, engreído

—¿Qué más?

—altanero...¿debo continuar?

—Si , este es el primer paso de aceptación — murmura

—No necesito aceptar que te odio porque sabes muy bien que lo hago

—Hablaba de la aceptación amorosa— enfatiza mirándome con una sonrisa

—¿CÓMO? —pregunto con gracia, Regulus rueda los ojos— No no , claro que no. Yo no ...

—Hagamos como que te creo y te sigues mintiendo —el pelinegro continua escribiendo , en un intento de indignación tomo su bolígrafo y la arrojo hacia el suelo—¡oye! ¿Estás demente?— pregunta mientras se levanta a buscar su bolígrafo.

—El único demente aquí eres tú— digo con seguridad — si no estoy loca por ti es porque soy lo suficientemente lista para saber que eres un engreído

—¿Es la única palabra que sabes decir? — pregunta sentándose nuevamente pero esta vez su atención se centra en mi

—Es la única que necesito para describirte— respondo al instante.

—Cuanto te des cuenta que me amas yo estaré aquí y te diré 'te lo dije' con mi hermosa sonrisa —ruedo los ojos y me enderezo en la silla

—Lo único que siento por ti es...

—Odio si si ¿cuando terminarás esta
lucha contra ti?

—¿Contra mi? ¿Por que te empeñas en insistir que siento algo por ti?— respiro— además ¡Pediste mi opinión!

—De hecho hablaba sobre el trabajo de herbología y como no llegamos a nada simplemente comenzaste a 'describirme'. Esta tensión que existe aquí— nos señala— me hace pensar tantas cosas

Miro a un lado sintiendo mis mejillas calentarse poco a poco, había algo de verdad en sus palabras, solo algo.

—Oye— trago fuerte cuando Regulus toma mi mentón delicadamente con una de sus manos provocando que lo mire — eres linda cuando te sonrojas

¿Ahora estaba avergonzándome?

—¿es alguna clase de chiste?

—Eres hermosa— dice mirándome con esos penetrantes ojos.

—No vine aquí para que me digas cosas que ya sé, continuemos con el trabajo— murmuro con la mirada baja.

El pelinegro asiente y su concentración recae en los libros frente a nosotros, en un lapso de tiempo no puede evitar alzar la mirada y mirarlo, se veía tan concentrado. Hago una pequeña sonrisa ladeada pero a los segundos toda idea desaparece y vuelvo a e libro frente a mi.

—Nos vemos— se despide cuando salimos de la biblioteca

Asiento

—Ahh ¿Nadin?— detengo mi paso y giro mi cuerpo. Habían 15 pasos de diferencia entre nosotros— lo que dije allá era cierto

Miro a un lado y aprieto mis labios suavemente—Adiós, Regulus— digo antes de encaminarme hacía la sala común de Ravenclaw.

En todo el camino mi mente no pudo dejar de divagar y pensar que la mayor parte de tiempo era yo quién empezaba las peleas 

¿acaso era yo la inmadura? Imposible.

—¿Y?— Hestia se levanta de la cama con una sonrisa

—Creí que estarías dormida...— murmuro mientras dejo los libros sobre el escritorio.

—¿Dormir? ¿Cuando mi mejor amiga va a la biblioteca con el amor de su vida?— ruedo los ojos.

—Es suficiente— digo con cansancio— no se en que fantasía extraña tuya puedas pensar que entre Regulus y yo es posible algo.

—Como si no lo quisieras— susurra.

Ignoro el comentario.

No podía mediar con Hestia, simplemente no podía. Ella era demasiado imaginativa y siempre quería ganar cuando hablaba de este tema y yo simplemente no soportaba perder.

—El silencio dice más que mil palabras— reitera antes de que entre al baño.

Caída la noche mi sueño se ve interrumpirlo por una serie de pensamientos que inundan mi mente.

¿Alguna vez les ha pasado que piensas en algo y no puedes cerrar los ojos?

Esa soy yo cuando recuerdo la fecha , todo fue mas claro.

Hoy era el aniversario de difunsion de mis padres. Lo había olvidado.

¿Cómo podía olvidar algo tan significativo y horrible?

Hace 15 años mis  verdaderos padres fueron asesinado por algún mortífago seguidor de Lord. Voldemort.

Por lo general  mi historia era algo que no compartía con alguien.

A excepción de mi familia adoptiva -quienes eran los únicos que sabían-por obvias razones, los Mckinnon fueron muy amables en tratarme como una hija, en especial Marlene quien siempre me cuidó como una verdadera hermana.

Aunque me hubiese gustado conocer a mis verdaderos padres,no podía quejarme , los Mckinnon me han amado como a alguien de su misma sangre.

—Muy bien Nadin— murmuro para mi misma mientras limpio una lágrima.

Salgo de la sala común de Ravenclaw y hago lo que llevaba haciendo desde los once años, ir a la torre de astronomía sin que nadie lo supiera.

Es allí donde veo el cielo estrellado y suelto en llanto, era la única forma de liberarme. De olvidar todo el dolor que cargaba conmigo misma, si, tenía padres adoptivos que me amaran y eso era bueno. Pero una parte simplemente anhelaba a mis verdaderos padres.

—¿Cómo puede seguir doliendo tanto?— me auto-pregunto mientras limpio mis lágrimas.

A la mañana siguiente Marlene se había acercado a mi para preguntar como me encontraba, extrañaba a mi rubia hermana.

La extrañaba pero ella no tenía tanto tiempo gracias al quidditch.

-asignatura: HISTORIA DE LA MAGIA.

Las clases del profesor Binns habían comenzado y Nadin se había sentado en la penúltima banca completamente sola , para su mala suerte Regulus -quien recién había entrado a la clase- visualiza a la Ravenclaw y se sienta en la banca detrás de ella.

El pelinegro la observa por segundos y baja la mirada, no le había pareció extraño su comportamiento , hace un tiempo notó que Nadin siempre lucía decaída el mismo día de todos sus años en Hogwarts.

Regulus dedujo que ese día en particular no le traía buenos recuerdos.

Pero lo que el Slytherin no sabía era que al año siguiente se convertiría en algo que ella odiaría.