La mañana siguiente tomo un vuelo directo a Miami y llego rapido a la fue mi casa por muchos años. Me detengo cuando un dejavú invade mi mente al ver el jardín aún lado, perfectamente podado y miro con nostalgia el gran árbol aún lado. Arrastro mi maleta hasta la puerta y entro dejandola aun lado junto a la chaqueta del equipo.
" ¿Mamá?." Llamo comenzando a andar por mi vieja casa.
" ¡En la cocina!." Sonrió yendo hacia allí y la encuentro sacando una bandeja de galletas del horno. La abrazo cuando las deja sobre la mesa y ella se balancea conmigo.
" Cariño, estas cada vez más hermosa." Niego tomando una de las galletas y la suelto rapidamente al quemarme.
" ¿Y papá?." Digo con mi dedo indice en la boca. " Me tengo que ir en una hora para entrenar. Volvere hasta en la noche. " Apenas es medio día pero mañana salimos hacia Nueva York después del partido.
" Esta mirando unas casas para reconstruir." Dice colocando las galletas sobre un plato y las desliza hacia mi." Estará aquí cuando regreses." Asiento comiendo una de las galletas. Ahora entiendo porque las tuvo listas para mi llegada.
Es tarde cuando regreso a casa de mis padres luego del entrenamiento para el partido de mañana. Estoy tan cansada que cuando entro me sorprendo ver a mi mamá dormida en el sofa, frunzo las cejas acercándome a ella y miro el reloj. Son pasadas las diez de la noche.
" Mamá." Murmuro. Ella parpadea antes de sonreir un poco al verme pero se esfuma al ver donde esta.
" ¿Tu papá no ha llegado?." La miro negando con los hombros tensos.
" Acabo de llegar, mami. Porque no subes a tu habitación, voy a tomar un baño y dormir." Ella asiente con tristeza y se va escaleras arriba con la manta alrededor de sus hombros.
La sigo luego de ir a la cocina por un poco de agua pero el ruido de la puerta me detiene en el segundo escalón. Veo a mi padre entrar y dejar sus herramientas al lado de la puerta, levanta la cabeza y me mira.
" Lauren. No sabía que estarías en casa. " Comenta quitándose sus botas de trabajo. " Estoy agotado, me voy a la cama. Pasa buena noche, bala." Dice de manera cariñosa cuando pasa a mi lado. Mi padre me llama bala por la velocidad que corro en el campo y con la que anotó. Algunos dicen que mis tiros son como una bala directo a la portería.
" Espera, papá." Digo haciendo que se detenga unos escalones arriba. " Pensé que eso de trabajar hasta tarde se acabaría años atrás." Digo con los dientes apretados. Él me mira sin decir nada hasta que levanta los hombros.
" La construcción para mi es como el futbol para ti. No hay otra cosa que yo quiera o pueda hacer." Apreto los puños y subo hasta estar a su nivel.
" Me dijiste que le darías más tiempo a esta familia. Pero lo unico que haces es trabajar y trabajar." Digo mirando la puerta de la habitación de mis padres. " Y si puedes hacer algo mas que trabajar, por ejemplo estar con tu esposa. ¿Que hay de mi? Prometiste que nunca faltarias a uno de mis partidos. Y solo has ido a dos como mucho."
" Mira, Lauren. Ya no eres una niña, si. " Dice antes de entrar a su habitación y cerrar de un portazo. Lo imitó y voy hacia la ducha escuchando el murmullo que viene de la habitación del lado.
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