Capitulo 4

405 42 2
                                    

Lo miro detenidamente, definitivamente es Fabrizio, esos ojos grises son los mismos que vi aquel verano. Dulces pero misteriosos. Está distinto - Oh vamos genio no lo ves desde hace 7 años-

Su cabello está un poco más oscuro, no se notan tanto sus pecas. Y está mucho más alto que yo.

-Soy Emma, un gusto. - Opto por decir, no creo que se acuerde de mi. - Seré su nueva compañera.

- ¿Emma? ¿Rose...? -voltea a ver a su prima- ¿Emma no me recuerdas? Soy Fabrizio

Voltea a ver a su papá y tío al mismo tiempo. Tiene una mirada de intriga y su cuerpo está un poco tenso. Luego detiene su mirada en mí y me doy cuenta de que no he respondido a su pregunta. Así que rápidamente respondo.

-Oh si te recuerdo Fabrizio. ¿Cómo has estado? -Le sonrío y miro atentamente sus reacciones.

Él sonríe— Oh bien gracias y espero que tú igual. Ha pasado mucho tiempo. Es agradable volver a vernos.

Le dedico una sonrisa. Y luego volteo a ver a mi amiga. Ella me sonríe y su padre me explica lo que debo hacer. Me da el horario. Y me señala donde debo firmar.

Creo que será un día muy ocupado.

Al instante Fabrizio se despide de todos y al mismo tiempo yo hago lo mismo. Él me dirige una mirada y al instante sé que quiere que lo siga.

Rose se despide de todos, mientras explica que tiene cosas que hacer para el hotel de Florencia y su papá asiente.

Fabrizio se toma un tiempo mientras caminamos a su oficina.

-Emm ¿Cómo has estado? La última vez que te vi medías menos de 1.50. -Se ríe y no puedo evitar reír también- La verdad si has cambiado mucho. Me impresionó tu currículum. ¿Hablas 5 idiomas? ¡La última vez que te vi apenas hablabas algo de inglés! -Vuelve a reír y yo solo encojo mis hombros.

-Pues digamos que no siempre iba a ser pequeña -río- además no soy la única que ha crecido. Yo medía menos de 1.50 pero tú apenas medías 1.55 -Suelto una risa y él hace lo mismo- aunque digamos que ahora eres mucho más alto. Son detalles, pequeños detalles. 20 centímetros más, 20 centímetros menos, ¡No hacen la diferencia! Y te puedo decir amigo mío que, los idiomas son algo que me gusta aprender. Digamos que estoy aprendiendo ruso. Pero es un secreto —Al decir esto le guiño un ojo y él ríe.

Nos miramos y reímos. Como en los viejos tiempos. Dirijo mi mirada a la habitación y noto que ya habíamos llegado a su oficina.

Después de hablar y explicarme lo que tenía que hacer. Empezamos a trabajar.

---------------------------------------------------------

7:30pm

Ya tengo que irme.

Fabrizio salió hace 3 horas a una reunión y yo me quedé haciendo unas planillas para un proyecto nuevo que se está lanzando en la empresa y necesitaba acabarlo.

Recogí mis cosas y como vi que no quedaba casi nadie en el piso me quito los ganchitos de mi cabello.

Me gusta tenerlo suelto. ¿Qué puedo hacer?

Y no creo que haya problema no hay casi gente. A pesar de ser un edificio super grande, al parecer las personas casi no vienen a este piso en específico, supongo que es algo más exclusivo. Así que le quito importancia, no creo que me encuentre a Fabrizio.

Es muy improbable ¿Cierto?

Después de la reunión debió irse a su casa, no creo que vuelva a la oficina y según mis cálculos debió haber salido al menos hace una hora.

Cierro la puerta de la oficina con llave como me indicó él y salgo.

Tarareo una canción. Últimamente hay una canción que no sale de mi cabeza. Es muy pegajosa. ¿Pueden saber de cuál les hablo? Señorita, de Shawn y Camila. Me gusta mucho que Camila le dé su toque latino.

Y al fijarme mejor en mi camino. Choco contra algo duro y alto. ¿Quién se atreve a meterse en mi camino?

¿¡QUIEN PUSO ESA PARED AHÍ!?

Masajeo mi cara. Fue un golpe alto. ¿entienden? ¿Alto? Por la pared. Ríanse conmigo vale. Estuvo buenísimo. Me amo.

Debería haber estudiado para ser comediante. Hollywood ahí te voy.

Sigo caminando, en ocasiones me pregunto ¿Por qué suelen sucederme este tipo de cosas?

Y no admitiré en voz alta que ocurren más veces de las que voy a contar.

Al salir, recuerdo que Rose me había dicho que la llamara, así que eso hago. En realidad, es lo más prudente. No conozco la ciudad.

Al marcar su número. Me suena un timbre, dos. —¿Quién es el que se está estacionando? —. . No me atiende. Debe tener el teléfono apagado. —¿Acaso es Fabrizio? —

—¿Emma? — se acerca a mi después de bajar de su auto— ¿Qué haces aquí?

—La misma. Oh sólo contemplaba la noche, sola. —Él me mira perplejo, creo que no ha entendido mi sarcasmo—Es broma, llamaba a Rose para que viniera a buscarme. No conozco la ciudad, y creo que es lo más prudente.

Repito todo tal cual planeaba decírselo a Rose y demostrar mi madurez. Punto para mí.

Al terminar mi explicación siento una brisa fría que hace que me estremezca.

Al parecer él lo nota y frunce el ceño.

—No te preocupes Emm puedo llevarte. No tengo ningún problema. ¿Vamos? — Me insiste y después de darle tantas vueltas, asiento. — Bien, vamos.

Al subir a su auto me permito mirarlo mejor. Tiene facciones marcadas. Es muy guapo, a decir verdad. Decido no decir nada, así que sólo me limité a mirar por la ventana.

Al llegar a casa. Se despide de mí y le manda saludos a Rose.

Después de cenar, noto que aún Rose no llega, por lo que opto por guardarle su comida en el microondas, y me arreglo para ir a dormir.

Ella trabaja al otro lado de la ciudad, seguro el tráfico la ha retardado.

-----------------------------------------------

Los días han pasado volando. Hemos tenido mucho trabajo, nuevos proyectos, y propuestas para inversiones.

Rose y yo solemos salir juntas los sábados. Ya conozco mejor la ciudad, he conocido también a algunos compañeros de trabajo. Es agradable

Los domingos grabo los vídeos para mi canal. Y normalmente los subo en el transcurso de la semana. Sorprendentemente no han salido nuevas noticias respecto a mi "relación" y está bien. Porque me dediqué a desmentirla, no me agradan ese tipo de noticias.

Al llegar a casa cada noche llamo a mis padres, hablamos durante una hora. Y luego me acuesto, la diferencia de horario es muy notoria, pero hemos aprendido a manejarlo.

Falling In Your EyesWhere stories live. Discover now