Capitulo 16

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¿Dónde estoy?

Miro al techo y no es la habitación donde me estoy quedando, esta tiene paredes grises y un televisor gigante.

Levanto la sabana y me siento en la orilla de la cama, pongo mis pies en el suelo y automáticamente me estremezco, está helado.

Ya no tenía el recogido en el cabello, por lo que cae suelto a ambos lados de mi cara.

Lo último que recuerdo es quedarme viendo las estrellas con Fabrizio, sin embargo no sé en qué momento me quedé dormida.

Me levanto y me pongo unas pantuflas que supongo serán de él. Entro en el baño y me lavo todo el maquillaje, peino mi cabello y arreglo el vestido.

Al salir noto que está en la cocina, así que me acerco mientras está de espaldas, y lo asusto.

-¡Booo! -Él salta y me mira con los ojos abiertos y yo suelto una risotada al ver que se le había caído el tenedor al piso.

- Emma, si, buenos días también. Y si, lo sé soy tu salvador de sueños. Ah y claro agradeces que te haya dejado dormir en mi cama mientras yo dormía en el sofá y me preocupaba por ti. -Río de forma bajita y asiento - lo sé, de nada, ven.

Abre los brazos y me recibe, yo lo rodeo hasta que siento su calor muy cerca, más de lo normal.

Está sin camisa.

Me renuevo y él ríe al darse cuenta de ese pequeño detalle.

Entonces veo mejor que solo lleva el pantalón de pijama y tiene el cabello alborotado. Tiene una sonrisa radiante y ¡oh santa virgen de la papaya! Estaba haciendo hot cakes.

-Definitivamente me sorprendes, Fab -digo y pellizco unos de los hot cakes que están en el plato sobre la encimera -hasta pareces el chico perfecto y todo, así como en los libros. Pero como siempre he dicho, no todo es perfecto, seguro seguro tienes un defecto horrible... ¡Dejame adivinar! -Él me mira espectante y me hace señas que continúe con su mano, mientras se voltea y revisa un hot cake- ¡No le echas azúcar al café! -Él ríe y niega, yo sólo me limito a bufar- ¡Te gusta comprar cosas extrañas en línea! -niega- ¡Tienes algún gusto raro que te avergüenza! -él ríe- o... ¡Tienes secretos muy oscuros... Tanto como tu alma! -Él parece pensarlo y niega- bueno a menos que hayas querido casarte con alguien antes y haya salido muy mal, ya no se qué decirte -él me mira detenidamente esperando algo y entonces asiente - ¿¡QUÉ?! ¿TE HABÍAS QUERIDO CASAR?

-Bueno es una historia muy larga... Pensaba contartela pronto pero al parecer ya lo adivinaste, ni modo -Se encoge de hombros. Pero noto que si le importa más de lo que me demuestra- es una historia super larga, y ya sabes errores que cometemos. Emma lo siento, pero es que en este momento no quiero hablar de eso.

Miro las emociones que trata de ocultar a través de su sonrisa, sin embargo, debió ser algo importante para él. Y sé que seguro eso lo cambió, noto demasiado como me trata a mi y como trata a los demás. Es completamente distinto, incluso he escuchado cuchicheos en los pasillos, no les daba importancia, es algo que pasa en todos los trabajos, pero ahora todo tiene sentido.

-Oh no te preocupes, sin presiones. Para eso estamos los amigos ¿no?, ahora me preocupas tú ¿estás bien? No quise decirlo en serio...

Él me mira tranquilo, asiente y me dice si quiero cambiarme de ropa a lo cual yo asiento rápidamente. Este vestido está empezando a fastidiarme.

-Pude conseguir algo de tu ropa con Rose, ella entró a tu habitación y me la pasó, claro... Fue esta mañana, le dije que estabas aquí, anoche no podía entrar a tu habitación. -asiento, lo entiendo, mis llaves las dejé en el bolso que llevaba, y ya no sé ni dónde está - Toma.

Falling In Your EyesWhere stories live. Discover now