Capítulo 12

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CAPÍTULO SIN EDICIÓN

***

Se encontraba estudiando para un examen que debía aprobar ya que si graduación dependía de ello. Tenía notas y apuntes por todos lados, libros de ciencia abiertos y varias ventanas abiertas en la laptop de segunda mano que había comprado.

Estaba concentrado al ciento por ciento pero sentía que su esfuerzo no estaba rindiendo frutos, nada se grababa en su cabeza. Por lo que decidió tomarse un descanso de unos minutos y mientras, hacerse un café para mantenerse despierto.

Revisaba su teléfono para ver si tenía algunos mensajes, pero no había nada que lo distrayera. Se encogió de hombros, decidido a continuar con sus estudios, cuando su puerta fue tocada. Se acercó a abrir y la sorpresa inundó su cuerpo al verla parada frente a él, tan hermosa y sensual como siempre, volviendolo loco con su sonrisa desde el primer día.

–Hola, Cam– lo saludó coqueta y él sintió su corazón acelerarse.

–Violet – jadeó –¿Qué haces aquí?

Ella cuál señora de todo entró al pequeño apartamento y cerró la puerta. Cameron estaba idiotizado, lo común en él cuando de la pelinegra se trataba. Violet se sacó la gabardina roja que llevaba puesta, revelando su desnudez, dejándolo sin palabras, sin aliento.

–Te necesito, Cam.

No entendía qué hacía allí, ella misma le había dicho que todo acabaría, que ya no lo deseaba y ahí estaba, frente a él, necesitandolo.

Vi rompió la distancia entre ambos y lo besó, no podía resistirse, no tenía voluntad cuando se trataba de ella. La amaba. Correspondió a su beso con desesperación, pasó mucho tiempo desde su última vez y probarla de nuevo era un gran premio. Sus manos cobraron vida, tocaron la piel cremosa de la chica, encontraron cada curva que conocía a la perfección.

Ella lo desnudó mientras lo empujaba hacia la cama. Estaba eufórico, la tenía de nuevo para él. Como de costumbre ella tomó el mando, posicionandose sobre su cuerpo y acomodando su erección en su interior. Ambos gimieron de satisfacción y se entregaron a la pasión.

Cameron disfrutaba de como Violet se movía sobre él, de sus expresiones de placer, de sus senos rebotando sobre su rostro. Todavía no entendía nada, pero lo estaba disfrutando, la estaba amando de nuevo.

De repente y de la nada la imagen de Cassie apareció al costado de la cama. Cam se sobresaltó y empujó a Violet. ¿Qué hacía ella allí? ¿Cómo entró? Vio en su tierno rostro la decepción y se sintió mal, muy mal. Como si estuviera cometiendo un error.

–Cassie, déjame explicarte– escuchó la risa de Violet y se enfureció.

–Adiós, Cameron– murmuró la chica con voz quebrada y dando la vuelta.

–¡Espera, Cassie!

Trató de seguirla, pero no podía. Como si estuviera atado a la cama. La vio marcharse destrozada y entonces despertó sobre sus apuntes.

Todo había sido un sueño. Uno donde estaba agusto y luego se sintió como un idiota. ¿Qué le estaba sucediendo? Sentía su mente dividida en dos y no le gustaba.

Odiaba la idea de lastimar a Cassie pero no podía negar que parte de su corazón pertenecía todavía a Violet. Ella estaba ahí y su sueño era el recordatorio de eso.

Debía hacer algo al respecto o arruinaría todo.

***

Esa noche le hacía honor a su seudónimo, Escarlata. Pintó sus labios de un intenso color rojo a juego con su peluca y su conjunto de lencería. Le gustaba usar un mismo color para todo su atuendo, la hacía parecer una muñeca de colección. Y a los clientes también le agradaba.

My Sweet Sin (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora