XXIV─ Wolf

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─ ¡Vamos, Bella!

El cine había sido un desastre. Habían tenido que salir antes porque Mike se encontraba mal de el estómago por las mutilasiones en la película. Jacob había intentado golpear a Mike y había huído con furia. Bella subió a una motocicleta con un desconocido y Jessica las llamó locas antes de irse.

Ahora Jacob no contestaba el teléfono ni daba alguna señal. Supuso era porque había terminado la primera fase de transformación y ahora era un lobo por completo.

Eso era algo que Bella no sabía, por lo que al haber perdido a su novio y a su mejor amigo la había echo regresar a su depresión.

Esta chica es una dependiente, protestó Lydia en su mente.

Estaba tras la puerta de su habitación, el padre de la chica no se encontraba por lo cual podía gritar cuanta barbaridad y media se le ocurriera.

─ ¡Maldita seas, Bella Swan! ─ Protestó ─ No me hagas derribar tu puerta.

Gruñó llevando sus manos a su cabeza, ¿qué haría para que su amiga no se hundiera más en la miseria?

Abrió su boca para continuar con su queja y su vocabulario soez cuando la puerta fue abierta.

─ Voy a ir a buscar a Jake ─ Fue lo único que dijo mientras se alejaba de la pelirroja estática.

─ ¡Espera! ─ Corrió hasta ella, ambas salieron de el hogar. La antes Rose la maldijo porque tuvo que regresar a cerrar la puerta ─ ¡Bella!

De no haber corrido y subido a la camioneta, su amiga la hubiera dejado.

─ Estas loca ─ Maldijo mientras abrochaba su cinturón de seguridad. Aún se preguntaba como habían podido arreglar aquella camioneta luego de el accidente.

─ Necesito ver a Jake.

─ ¡Joder contigo, Swan! Siempre estas que si este tiene que, o que si este tuvo que, o si este esta ─ Movió sus manos con enojo ─ ¡Comienza a pensar por Bella, no por Jake ni por Edward ni por nadie!

La miró de reojo pero la ignoró, eso la enojó aún más.

Desde la predicción de la muerte de Bella no había tenido alguna otra excepto la de el mayor de los Clearwater, la diferencia es que no logró llegar a tiempo, tan siquiera logró entender las señales pues no conocía a el hombre. Las voces ya había aprendido con maestría a ignorarlas.

Cuando Bella aparcó la camioneta, ambas bajaron encaminándose a la casa de los Black. Lydia tomó asiento en las escaleras con molestia.

─ ¿Pierdes la paciencia por una mundana? ─ Escuchó la voz divertida de Magnus.

─ Lárgate, no estoy de ánimos.

─ Nunca estas de ánimos, honey.

Rodó los ojos levantándose de las escaleras y buscando con su mirada a Magnus, pero este no se encontraba ahí por lo cuál suspiró.

Luego miró el campo y maldijo, ahí estaban cuatro de los de la manada de Jacob.

─ Mierda ─ Sostuvo el puente de su nariz cerrando sus ojos al saber que explotaría el drama en ese momento.

─ ¿¡Qué le hiciste!? ─ Escuchó la voz de Bella ─ ¿¡Que fue lo que le hiciste!?

Al instante corrió hasta llegar a Bella y los cuatro lobos para intentar calmar a la humana que empujaba a alguno de ellos.

─ ¡Él no quería esto!

─ ¿Qué hicimos? ¿Qué hizo él? ¿Qué te dijo? ─ Cuestionó uno de ellos muy enojado.

Mierda, repitió una y otra vez.

─ Bella ─ La tomó de su brazo y la intentó alejar al igual que el alfa intentaba detener a su beta.

─ ¡Nada! No me dijo nada porque lo tiene aterrado ─ Continuó la chica Swan.

─ Bella...

Los cuatro rieron de las palabras de la humana y eso la hizo enojar aún más. Sin pensarlo, Lydia estampó su puño contra el rostro de el imbécil lobo dejando a Bella sorprendida y a el chico lobo muy molesto.

─ ¡Corran! ─ Les decía el alfa.

Bella comenzó a retroceder asustada. Lydia sonrió mordiendo su lábio mientras la adrenalina comenzaba a correr por su cuerpo mientras el chico se transformaba en lobo. La chica Swan comenzó a correr, la banshee solo se preparó para el ataque tronando los huesos de sus dedos.

─ Esto será divertido ─ Sonrió preparada.

─ ¡Lydia, corre! ─ Le gritaba Bella a todo pulmón.

Todo sucedió en cámara lenta. Lydia se preparó para atacar mientras el lobo saltaba, pero otra figura la tomó por sorpresa pasando sobre su cabeza y deteniendo a el lobo, así comenzando una pelea entre ambos.

─ ¡Arruinas toda la diversión, Black! ─ Protestó.

Volteó para asegurarse que su amiga estuviera bien. Seguía en el suelo observando con impresión la batalla entre ambos hombres lobos. Se apresuró a acercarse a ella y ayudarla levantarse.

─ Jacob, él...

─ Luego te explicará ─ La interrumpió.

─ ¡Llévenlas a casa de Emily! ─ Escucharon la voz de el alfa mientras corría tras sus dos betas bosque adentro.

Ellos llegaron a regañadientes donde las dos chicas.

─ Tienes los ovarios muy bien puestos, pelirroja.

banshee➨ j. haleWhere stories live. Discover now