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Pasaron solo un par de horas en los que California y Yucatán recorrían la casa blanca, estos dos se contaban anécdotas sobre sus vidas, también hablaban de sus hermanos aunque California siempre preguntaba por su hermano Quintana Roo.
El tricolor sabía que su gran amigo de otro estado estaba perdidamente enamorado de su hermano, pero este nunca admitía esto, por otra parte sabia que su hermano no estaba interesado en las relaciones por lo cual no podía decir si había alguna oportunidad con ellos dos, aunque de todas formas el quería la felicidad de ambos.

-El está bien, a veces tiene algunos problemas con su territorio pero sabe solucionarlos rápidamente-

-Jajaja como se esperaba de los hermanos sur, son muy inteligentes-

El mexicano soltó una pequeña risa le agradaba la compañía del chico, y al contrario de este, el estadounidense veía al chico como otro hermano más por lo que no dudo en invitarlo a su territorio.

-Lo lamentó California, pero tengo una junta importante hoy con mis hermanos-

-Ah no te preocupes amigo, será en otra ocasión, así que por favor visitame cuando quieras, eres más que bienvenido a mi casa-

-Gracias, iré un día de estos, por ahora buscaré a tu padre para regresar a mi territorio, ya han hecho mucho por mi-

El Californiano le resto importancia diciendo que si era él, no importaba, resulta que la mayoría de los Estados de USA le agradaban Yucatán, ya que este era un chico amable, inteligente, cariñoso y muy lindo, por lo que no dudaron en saludarlo cuando este se paseaba por el lugar en busca del padre de estos.

Cuando el chico al fin pudo encontrar al país gracias a Nueva York le agradeció y se despidió para luego correr hacia el poderoso USA, este al percibirlo se dio la vuelta con una sonrisa en el rostro.

-USA me alegra verte, necesito decirte algo-

Murmuró Yucatán con la respiración agitada, el mayor alzó una ceja dudoso mientras esperaba que el pequeño estado recuperará el aliento, una vez más tranquilo le sonrió con alegría y le agradeció por haberlo traido al hogar del estadounidense pero aclaró que ya era tiempo de que fuera a tu territorio, aún tenía muchas cosas por hacer y pensar.

El estadounidense formó una mueca de inconformidad pero la retiro rápidamente al ver la gran sonrisa del estado mexicano, era cierto que le encantaba la campañia del chico, pero no lo podía retener tanto tiempo si este no quería, por lo que luego de un pequeño suspiro acarició gentilmente la cabeza de este y asintió con una sonrisa.

-Bien, preparare un avión para ti, small-

El pequeño iba negarse aclarando que podía tomar un avión en el aeropuerto, pero al ver la mirada de este y de algunos Estados detrás de él que escuchaban su conversación, no tuvo más remedio que aceptar, aveces los estadounidenses podían ser algo vanidosos y orgullosos, por lo que decidió no mencionar nada y agradecer tiernamente con una sonrisa de oraja a oreja.

Al paso de un par de minutos, con gran eficiencia un avión lo esperaba, el tricolor estaba apunto de ingresar al lugar cuando se detuvo repentinamente, los estados y hasta el mismo USA que lo acompañaron a su despedida lo vieron extrañados, Yucatán por otro lado se dio la vuelta rápidamente y bajó las escaleras con desespero, el país estaba por preguntar algo cuando sin esperarse lo unos pequeños brazos lo envolvieron en un tierno abrazo que hizo su corazón derretir, era tan tierno que ni siquiera le llegaba a los hombros lo cual no pudo evitar sonrojarse levemente por lo lindo que se veía.

-Te extrañare amigo-

Murmuró el pequeño en su lengua materna para luego despegarse de este y agitar su mano con una sonrisa al resto de los Estados que lo veían con una gran sonrisa, el pequeño subió la avión con prisa mirando la ventana con una gran sonrisa y un ligero sonrojo.

Por otro lado USA no salía de su shock, estaba feliz, emocionado y su corazón latía a mil por hora, pero salió de este cuando noto que no le respondió nada, no pudo decir ni un simple "Goodbye" o un "hasta luego", ¡nada!, se había quedado congelado como un bobo por ver su sonrisa, esos delgados labios que formaban una perfecta sonrisa sin mostrar mucho sus pequeños dientes blancos como perlas, y sus hoyuelos, eran tan lindos que lo hacían parecer más tierno de lo que ya era.

El de cincuenta entrellas suspiro, definitivamente estaba más que enamorado de ese pequeño estado.

-Father, my uncle Canada is here- (Padre, mi tío Canadá está aquí)

-Thanks Alabama, tell him to see me in my office- (Gracias Alabama, dile que me vea en mi oficina)

El estado asintió y salió del lugar para informarle a su tío lo dicho por su padre, a decir verdad, ambos hermanos se llevaban muy bien, ambos sabían perfectamente que USA tenía muchos aliados pero pocos llegaban ser amigos de este, y Canada era de esos afortunados, si bien el estadounidense tenía una personalidad algo irritante y frívola esto no le impedía ser hermano y amigo del caballeroso y amable Canadiense, todos amaban a su hermano que al contrario de este muchos lo odiaban, aunque claro no era algo que le interesara, no le interesaba la opinión de los demás... Solo le importaba una de ellas, pero sabía que su relación era imposible...

-Brother, ya solucione todo, ah, ¿y Yucatán?-

-Se fue a su país hace como media hora, ¿que es lo que necesitas?-

-Nada, nada, pero cuéntame... ¿Qué tanto hicieron?-

El de blanco y rojo levantó las cejas rápidamente con una mirada cómplice en su hermoso rostro, le encantaba molestar a su hermano y más si se trataba de su crush era divertido ya que USA no era una persona que mostrará sus sentimientos tan fácilmente, pero se volvió interesante cuando el pequeño y tierno Yucatán hacia que con una simple sonrisa causará muchas cosas con su hermano.

Si bien no podía negar que el pequeño estado era igual de tierno o hermoso como una flor, se preocupaba por su hermano y por lo que pudiera pasar si su amorío llegará a mayores, pero por ahora quería estar tranquilo y molestar a su hermano, solo eso podía hacer por ahora como un buen hermano menor.

-No pienses en cosas raras, no hicimos nada, charlamos un rato, estuvo con los niños, comió un poco, vio la casa y luego se fue, no más-

El estadounidense miró a otro lado con rapidez como si estuviera escondiendo algo lo cual el canadiense noto, pero decidió no decir nada por ahora.

-Perfecto, pues sólo vine para recordarte que en una semanas más se celebrará el día de la paz en el territorio mexicano como invitado estrella que es Yucatán como uno de los estados más seguros del mundo, y que debes de llevar a alguien-

El país sentado en su enorme escritorio se levantó de un golpe asustado, mientras que el canadiense reía por lo bajo de su reacción.

-Mierda... Sabía que algo olvidaba... -

"YUCATÁN"Where stories live. Discover now