–Nada solo estábamos apunto de irnos a dormir, pasa pasa que hace frío.
Acepto la amabilidad del de ojos magentas.
–Queria pedir disculpas a Rubius, lo trate mal el otro día y...
–Te entiendio Auron, yo también actuaría asi, es un impulso del momento, le diré a Rubén, ahora ve a dormir, que él estaría enojado si te ve por aquí a la noche.
–Gracias Vegetta, y buenas noches.
El pelinegro mayor espero que Auron saliera de su casa sano y salvo antes de volver a su cama y acostarse junto su marido.
–¿Quién era?
Un somnoliento castaño pregunto.
–Nadie, vuelve a dormir y mañana te cuento.
Cómo niño pequeño volvió a dormirse abrazado de el de ojos morados.
Auron se encontraba llegando a su hogar. Pero antes de entrar se fijó en una estrella en particular.
–“A esa estrella la llamaré como a ti, Luzu”.
–“¿Y por qué?
–“Porque te representa bastante; titila más que las otras, resalta su luz y parece que está rodeada de más estrellas, pero esa es diferente a las otras”.
Noto a un sonrojado castaño, nunca penso abrirse tanto con una persona hasta para dedicarle una estrella.
Pero parece que hay excepciones.
–Luzu, dame una señal, dime si hago bien.
Pero no vio nada, solo entro a su casa a dormir.
Aquella estrella titilo más de lo normal y era de un color celeste, nada normal.
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