Capítulo 9

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Había sido difícil, demasiado si era sincero.

Había sido difícil no atravesarle la cabeza con una flecha a Vegetta por abrazar de dicha forma a su Auroncito.

Ahora le preocupaba que había pasado en su ausencia.

Y es que, había abandonado a todos mientras asistían a Auron para subirse a Muerte y seguir al que se llevase al moreno a la pequeña clínica de Karmaland o a su propia casa en el peor de los casos.

Y al ver como Vegetta emprendia carrera en Abduzcan, le siguió sin antorcha en mano y procurando que los relinchos de su esquelético caballo, no fueran escuchados por el jinete, aunque los celos le comieran vivo.

Una vez en la mansión pudo observar como Vegetta se subía sobre su niño y al parecer, le besaba.

¿Por él le había traicionado? ¿Quería acercarse mas a Vegetta demostrandole que no necesitaba votar por su candidatura?

Ese hombre de cabellos de cepillo se las iba a pagar, esa amistad de años ahora valía lo mismo que el drenaje de Karmaland.

Le vio marcharse hacia la planta alta, era su momento, pero al intentar abrir la puerta, su sorpresa era mayor.

Al parecer tenía un cierre automático.

Rechino un poco sus dientes del coraje, ¿eso no era suficiente con verle sufrir de amor y quemarle la casa por accidente a su amado, sino que tenía que estar alejado?

Tenía que buscar otra entrada.

Rodeó la casa, siendo cuidadoso de no provocar algún ruido que alterara alguna alarma de la sobreprotegida casa y atento a cualquier entrada secundaria que pudiese haber.

Una vez recorrido el lado derecho, pasó al lado trasero, una muralla de bambus que bloqueaban su camino y vision, le obligó a escalar con demasiada dificultad a las baldosas entre ambos pisos, anclado fuertemente a dicha pared, transpaso esa zona, teniendo por detrás, la sala de cofres del paranoico Samuel. El vertigo me pagaba factura y al acabar dicho muro vegetal, bajó apredurado pero procurando tener el mismo cuidado con el que había subido.

Era alguien malvado, pero al parecer no tan hábil, pensaba que sus parkours eran suficiente para colarse a las casa ajenas, comprobaba lo contrario en ese momento de ansiedad.

Una vez abajo, siguió el caminó, dio vuelta para revisar el lado derecho de la casa, viendo a lo lejos el arollo con algunos dragones de agua y hierbas por doquier.

Dio un vistazo rápido e hizo una mueca disgustado, al parecer tenía que subir al techo para su disgusto.

Transpasando el primer piso y aprovechando los ladrillos con la que había sido construida dicha pared, evitando mirar al suelo, llegó al tejado, escuchando a lo lejos la puerta del frente, al parecer el tiempo de estar a solar con su Auron había acabado y el doctor acababa de llegar.

Suspirando cansado, se sentó en el borde y volvió a bajar, empezando a creer que ya le agarraba el truco a escalar paredes.

Después de una eternidad y con las manos sudorosas, las sacudió en sus ropas, corriendo al frente de la casa, encontrándose al doctor y Fargan entrando por la enorme puerta de la muralla.

Y una vez encontrándose frente a la casa, un Vegetta pálido abrió las puertas de par en par, asustando al trío.

El ojimorado miró primero al doctor y al emplumado hombre, con un tembloroso "¿Y Auron?", buscando por su izquierda y después a su derecha, observando al castaño de polera negra.

—¿Cómo que "y Auron"? Si estaba contigo, cabezón- le miraba asustado Fargan.

—Y lo estaba, pero me fui a construir los tanques y cuando volví ya no estaba, y mirad, mirad- se hizo a un lado, señalando el suelo de su entrada —¡Sangre! Y les puedo jurar que no es mía- una vez vista la pista del paradero, observaron al reciente autoproclamado malvado del pueblo.

—¿Qué me mirais? ¡Que yo no e sido!- elevó la voz un poco, pues a pesar de que tenían razón al verle como sospechoso, era tonto culparle cuando no estaba Auron con él.

—¿Entonces que hacías en mi casa? Y llegando desde mi sembradio, hombre, es que tu cantas culpa- Vegetta regresó al interior, siendo seguido de los tres hombres.

—Pues que llegué detrás de ustedes, pero me cerraron la puerta y no podía entrar, toque y nada chaval, entonces estaba buscando por donde entrar- su verdad, aunque a medias, termimaba siendo verdad.

—Entonces, si no esta aquí con Vegetta, si no lo tiene Luzu sad, si el doctor y yo no lo vimos salir, y su sangre sale de la casa, ¿Dónde está Auron?-.

—Entonces, si no esta aquí con Vegetta, si no lo tiene Luzu sad, si el doctor y yo no lo vimos salir, y su sangre sale de la casa, ¿Dónde está Auron?-

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Ayer, domingo 9 de febrero de 2020.

Pasó algo, que me llena de inspiración y ganas de seguir... y es que:

Llegué a los 100 suscriptores❤❤❤❤

Y para celebrar, este maravilloso momento, lo festejare publicando tres capítulos a mis fanfics actuales.
"Incendió", "Lava" y "Rojo/Red".

Espero los disfruten, los hice con mucho amor.

MUCHISIMAS GRACIAS POR LEERME.

Incendio // Karmaland 4Where stories live. Discover now