Sin Aire

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Contenido explicito: se recomienda discreción, incluye torturas y violación.

•••Sin Aire•••

Auron
La sangre corría fuera de su cuerpo, el fresco corte en su brazo comenzaba a arderle, los frenéticos latidos de su corazón taladraban en sus tímpanos, la adrenalina le mantenía despierto y alerta, pero la hambruna y la fatiga reclamaban con rapidez su cuerpo.

Sus párpados pesaban, las pisadas se acompasaban con las pulsaciones, avisando sobre la presencia de alguien más.

Una temblorosa llave entró bruscamente al cerrojo, golpeando dolorosamente fuerte la misma, giro y finalmente, la puerta fue abierta.

—No...- escuchó la ronca voz de su secuestrador, mientras la palidez de su tez le hacía ver que al menos, quizás le quedaba un poco de humanidad —No puedes morir así- rebotó el sonido de su voz contra el vacío cuarto en el que había sido cautivó durante ya casi tres largos días.

Rápidamente el hombre de traje negro se arrodilló a un lado de él y con un torpe torniquete con una tira del traje militar, detuvo la circulación a su herido brazo.

Seguidamente, tomó la sábana que había usado para cubrirse del devastador frío y de un fuerte jalón, la había hecho jirones.

Los pedazos blancos de tela, cubrieron su herida, en un apretado vendaje, dejándose tintar del rojo carmín, producto de sangre.

—¿Qué haces, tonto? ¿Acaso no sabes que no puedes morir sin mi permiso?- toda esperanza en la falsa humanidad que había mostrado en un principio, le había abandonado, dejándole simplemente con una inmensa rabia, por saberse demasiado ingenuo —¿No crees que mereces un castigo?-.

Y aunque lo sabía, aún así lo intento.

Con sus pocas fuerzas, junto a un brazo y medio, intentó empujarlo, para ver como solo se sentaba sobre sus piernas y él, se arrastró miserablemente hacía la salida.

No se iría de ese mundo sin pelear.

—¿A dónde vas, maldita rata?- un aturdidor grito salió de su garganta, al sentir como las pesadas botas de su viejo amigo, fracturaban sin piedad los huesos de su tobillo.

Se permitió voltear para observar como la piel del área enrojecía y su pie se doblaba dolorosamente hacia afuera, con la intensión de separarse de su extremidad.

—¿Qué pasa? ¿Duele?- susurraba con malicia su torturador —Así me duele ver como Lolito te mira- pudo sentir como ponía presión en su pisada y finalmente, su pierna cedió.

Ahora solo tenía un colgante pie.

Su cuerpo se doblaba hacía su estómago del dolor, intentando curar su fractura completa abrazando su propia pierna.

—Apenas vamos empezando, Auroncito-.

El casquillos de la bota golpeó con fuerza su costado, obligándole a expulsar todo el aire que almacenaba en su cavidad torácica, provocándole un poco de tos y algunas lágrimas de sus secos ojos.

—Ya basta, por favor...- intentó verle, buscar su mirada, intentar convencerlo con sus suplicas de que le dejase ir.

Pero la divertida sonrisa que mostraba su rostro, le hacía creer que sería imposible.

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⏰ Last updated: Aug 09, 2020 ⏰

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Incendio // Karmaland 4Where stories live. Discover now