Incendio // Karmaland 4

Capítulo 11

Habían comenzado sacando sus hachas.

La mayoría del pueblo, principalmente las personas no capacitadas para ese tipo de accidentes y trabajos pesados, se habían retirado a sus casas para dormir. Los héroes del pueblo (o la mayoría al menos), junto a algunos leñadores con sus mulas de carga, recogían los restos de la madera que cubrían el suelo, principalmente por prevención de otro posible incendió.

Grandes trozos de madera eran transportados a una pila, a las afueras de la propiedad, evitando que estuviesen en su camino y ordenadamente, pues querían evitar que se derrumbase y alguien saliese herido.

Ya tenían suficiente con saber que Auron dependía de la intervención médica, no querían que alguien más saliese herido.

Rubius miró con cariño a los hijos mascota de Auron y comunicandole a sus amigos, optó por llevar a todos a la posada del pueblo, pues no tendrían lugar para dormir en esa cruel noche y siendo él, amigo cercano de su dueño, sentía cierta responsabilidad por ellos.

Se quedaría a cuidarlos, pues tampoco podía dejar solos a 13 niños en una habitación.

No querría regresar a la mañana siguiente y descubrir que faltaba alguno.

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Cortaban estretegicamente los pilares, pues un mal corte podría provocar más alteraciones en la inestable estructura y mas deformación en los terrenos.

—Hostias tío...- pronunció Willy al recordar la tumba del segundo hijo de Auron, quien se ubicaba debajo de los escombros regados por el lugar, chasqueando la lengua, siguió talando, al menos quería despejar esa zona un poco.

—¿Que pasa, Señor Willyrex?- se acercó el pelirrojo de cuerpo algo afeminado por detras, preocupado de que se hubiese astillado. Pues como alcalde, debía ver por el bienestar de sus habitantes.

—No es nada, Lolito, solo que aquí había una tumba- asiente Lolito, escuchando la historia del de cabellos blancos, quien cmentre charlas continuaba su trabajo.

—No sabía, Auron nunca me dijo de eso- ¿Cómo era posible que su mano derecha le haya contado a Willy que era... pues Willy y no a él? Se sentía algo ofendido.

—A mi y a Fargan solo nos dijo cuando le preguntamos, no creo que estuviese en sus planes presumir de su hijo fallecido- le daba cierta razón, aún así. Que no se hubiesen conocido en ese momento, no significa que no le pudiese contar cuando se conocieron más.

Tal golpe de confianza le hizo recapacitar en su situación, su amistad se estaba pudriendo, pues ahora su relación era casi puramente Alcalde y su mano derecha, ya no eran Auron y Lolito.

Con frustración, tomó el hacha y comenzó a talar con rapidez, al menos quería presumirle a Auron que él había sido quien más ayudó a la reconstrucción de su casa, pudiendose lucir.

Mangel miraba atento y en silencio, ni cuando se iba a mudar, su prometido se había comportado así de atento. Todos excepto él habían estado el día del derrumbe para ayudarle. ¿Estaría perdiendo a su Lolito? Y le dolía pensar que su competencia era Auron, pues tendría que eliminar a dicha competencia.

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Los grupos se habían dividido entre la torre mas cercana a casa de Luzu, la que estaba sobre los huertos y un último grupo que turaba con cuidado la torre de consultorio, previniendo que se derrumbase en un momento inesperado, tratando de que el trabajo fuese más eficiente, principalmente para poder descansar y continuar al día siguiente.

No había pasado demasiado tiempo, cuando escuchaban el galope del caballo, muchos aguantaron el aire, pues aquello podía significar que regresaban con malas noticias.