Cartas de Robert K.W. y otros fragmentos

Conclusión

Luego de terminar de leer toda esta compilación de cartas, solo puedo decir que todo lo que encontré es completamente real. Sin embargo, luego de realizar una búsqueda minuciosa tanto en cada uno de los papeles que encontré como regresando al bazar de donde los hallé, no pude dilucidar nada más.

No conozco la identidad detrás de Robert K.W; ni tampoco la de su enamorada, Maggie (a quién siempre llama por este único nombre o por "Magg", en algunas de las misivas); pero basado únicamente en toda la "historia" que guardan las cartas puedo tratar de realizar mi propia "reconstrucción" del pasado.

Todas las cartas guardan fechas que van desde febrero de 1992, hasta finales de ese año, en diciembre, con la última carta fechada en 28 de diciembre de 1992. Con lo que tengo, puedo decir que todo esto es un registro de una interesante historia de amor, aunque pequeña, que empieza con los intentos de Robert por tratar de llamar la atención de la chica, Maggie, y de declararle su amor.

Esto se lee en algunas de las epístolas más tempranas, de febrero y marzo, en las que se puede leer un constante sentimiento de mezcla entre enamoramiento y desesperación, con algunas trazas de desamor, por lo que probablemente su romance puede haber venido desde algún tiempo antes.

Luego, se nota, en las cartas de mayo a junio, que Maggie realiza una "visita" a la ciudad donde vive Robert, por lo que puedo leer en las cartas datadas de estos meses. Estas cartas son en las que más se derrama el enamoramiento, los sentimientos de alegría; aunque con la constante de desesperación por no saber qué hacer.

Luego, en septiembre de ese mismo año, algo pasa, pues se lee que, de alguna manera, la chica abandona a Robert, dejándolo con el corazón roto. Esto por lo que puedo leer en las cartas de noviembre y diciembre, en las que se registra un potente sentimiento de desamor, oscuridad y sombras; muy opuesto a lo que se había leído en las anteriores.

Finalmente, Robert finaliza con un sentimiento de optimismo, en las últimas misiva de diciembre, en las que concluye diciendo que ha superado todo, y que considera a su amada una buena persona.

Es todo lo que se puede deducir de estas cartas. Probablemente nunca sepa, que sucedió realmente, pero me parece curioso el sostener entre mis manos lo que representa una pequeña vista al pasado, muchos años antes de que yo naciera, cuando las personas se comunicaban con carta todavía.

Tampoco sabré si Robert fue capaz de enviárselas a Maggie, o si sólo se trata de canciones o poemas románticos que el escribía y mantenía en secreto, guardándolas hasta que yo las descubriera; si en realidad llegaron a las frágiles de Maggie, y ella las leyó, cada una de ellas...

¿Qué habrá sido de ellos, dónde se encontrarán, y que estarán haciendo, casi treinta años más tarde?