Against The World [EN EDICIÓN]

Capitulo 35

Tan rápido como había sido disipada del ambiente, una enorme tensión se instaló entre los dos presentes; Thomas simplemente se dedicaba a mirar ocasionalmente hacia el suelo mientras sentía la mirada de aquel adulto sentado en el sofá frente a él. Repentinamente, la voz de Christian rompería con la incomodidad.

—Thomas, quiero hablar contigo sobre algo muy importante, —comentó, esbozando una paternalista sonrisa—. A veces, los sentimientos que tenemos pueden ser muy confusos y difíciles de manejar.

El contrario frunció el entrecejo, mirando confundido al hombre. Christian notó ello y se limitó a soltar un pequeño suspiro antes de volver a hablar.

—Verás —añadió, inclinándose suavemente hacia adelante—. Es completamente normal tener sentimientos fuertes por otras personas. Pero a veces, esos sentimientos pueden lastimarnos. Y en esos casos, lo mejor que podemos hacer es aprender a controlarlos.

—¿Controlar? —Thomas murmuró con un dejo de duda.

—Digamos que tus papás te piden limpiar tu habitación —dijo el adulto, intentando simplificar las cosas—. Lo hacen porque no quieren que te tropieces con todas esas cosas en el piso, además así todo se ve más ordenado, ¿No crees?

El chico con ojos cerúleos asintió mientras se encogía de hombros.

—Muy bien, ¿Y qué hacemos con todas esas cosas cuando limpiamos? —Christian volvió a cuestionar.

—... Guardarlas.

—¡Exacto!, cada vez que sientas esos sentimientos, sólo intenta pensar en otra cosa —El de barba propuso sonriente—. Distráete con algo que te guste, o simplemente ignora esos pensamientos. Con el tiempo, verás que será más fácil seguir adelante.

Thomas sólo mantuvo su vista en el piso, algunas veces le dedicaba fugaces miradas al adulto mientras su cabeza se llenaba de dudas; "¿Entonces qué pasa con Alex?", se dijo.

—¿Y Alex...?

—Ya no te preocupes por eso —Christian lo interrumpió—. Recuerda; estás limpiando tu mente de las cosas que te molestan, no necesitas seguir pensando en él, ¡Puedes hacer muchas cosas más!

El castaño solamente lo observó confundido, mientras aquel hombre se retiraba, despidiéndose finalmente con una forzada sonrisa. "¿Qué carajos fue eso?", se preguntó, limitándose a subir de regreso a su habitación.

—...Woow, es algo intenso —Se le escuchó a la chica de cabello marrón comentar.

Brie se encontraba intentando reconfortar a su hermano tras la pequeña discusión. Alexander, por su lado, solo permanecía con los ojos fijos en el suelo mientras sus dedos le golpeaban suavemente el muslo.

—No... No sé si deba regresar —dijo—. ¿Y si él tiene razón...?

—Ay, por favor. Esto no es Disney, tarado —Su hermana lo interrumpió momentáneamente—. Dime una cosa, ¿El tipo es de su familia o algo?