THE SENTINEL OF Astaroth; HopeV [龙]

Capítulo 5 (nuevo)

Taehyung despertó de golpe y dio una profunda inspiración, llenándose de todo el oxígeno posible y miró en todas direcciones. Volvía a despertar en la misma habitación en el templo de Cyrian, solo y confundido. Creyó que la muerte era inminente por todo el dolor que sintió durante esos interminables minutos con los labios de Hoseok moliéndose contra los suyos y no exageraba al decir que pudo sentir cómo su carne interna era abierta por miles de pequeñas cuchillas. Hoseok debía odiarlo y aborrecerlo por todo lo que había hecho en su corta vida, y él estaba de acuerdo si así era, tampoco se resistiría a pagar por ello. Pues si estuviera en el lugar del mayor, no hubiera perdonado todo lo que Taehyung había hecho.

A su lado escuchó un profundo gruñido que le heló la sangre, se giró buscándolo y nada apareció entre las sombras. ¿Acaso seguía soñando? No era posible, porque todavía era carcomido por los rastros de dolor. Cerró los ojos con fuerza y los volvió a abrir, pestañeando constantemente para enfocar su alrededor y ver los destellos de luces radiantes que entraban por la ventana en el techo. Inmediatamente después de ponerse de pie sintió dolorosas puntadas que se concentraron en su pecho y piernas, pero logró soportarlas y caminar a través de los helados pasillos. Taehyung imaginaba que no había diferencia alguna en cuanto al horario de Cyrian con el del resto de Astaroth, así que debía haber estado dormido por unas diez horas como mínimo. Y aquello era extraño. ¿Cuánto sufrimiento debía soportar para que su muerte se hiciera realidad?

Se detuvo abruptamente antes de salir en busca del resplandor que iluminaba con fuerza aquella noche. Su mente, ahora despejada, le gritó en advertencia que bien podría encontrarse con Hoseok en su forma de dragón y no se sentía verdaderamente preparado. A quién quería engañar, nunca estaría preparado para luchar contra alguien así de poderoso. Tragó saliva y caminó con lentitud para evitar ser descubierto. Pero para su mala suerte al salir todo se llenó de oscuridad una vez más, los ruidos cesaron y Hoseok no estaba por ningún lado. De pronto el chillido de un animal lo distrajo y ante sus ojos el pequeño río que surcaba la tierra que lo rodeaba se iluminó desde las profundidades. Curioso acercó su mano al agua y notó que conforme la movía, más intenso era el brillo de su luz verdosa. De pronto algo en el agua se movió y captó la atención del hombre, y luego la tierra tembló cuando un gran peso se posó en ella.

—No deberías agitar demasiado el agua —la voz profunda de Hoseok resonó tras su nuca erizándole los vellos—, ahí viven millones de Ludaks en sus primeras etapas de vida, que más adelante te van a permitir beber del agua de Cyrian.

—Con que así se llaman —murmuró tomando entre sus dos manos a las criaturas en miniatura. Hoseok se paró a su lado en su forma humana y lo miró directamente.

Taehyung se levantó con la boca abierta una vez que vio una de las prendas del mayor a su lado. Hoseok inmutable se terminó de desvestir frente a la mirada incrédula del humano y caminó con un aura amenazante hacia él. Luego de dar dos zancadas sus rostros estuvieron separados por una corta distancia, y con cada centímetro que el menor se alejaba, Hoseok parecía acortar dos. Sin embargo, se rindió ante la idea de ser devorado o desmembrado cuando vio asomarse los dientes filosos del centinela en una sonrisa llena de superioridad. Apretó los dientes y giró su rostro, invitándolo a deshacerse de él. Hoseok ignoró aquello y, en cambio, posó sus manos en las caderas del contrario, haciéndolo temblar de incertidumbre y jadear en respuesta.

—¿Por qué mantenerme con vida? —se atrevió a preguntar con los ojos fijos en las manos que hurgaban bajo las telas que cubrían su abdomen—. ¿Quieres deshacerte de mí, cierto? ¿Por qué no hacerlo rápido?

—No eres tan tonto como para no saber que si yo deseara matarte, simplemente lo haría —su aliento mentolatado chocó contra los labios entreabiertos de Taehyung, y su respiración se volvió errática—. Es más divertido mantenerte como mi fiel compañero durante todo lo que se avecina. Y te conviene más que morir de a penas un golpe.