Chapter 19:Sin Retorno

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Las palabras no dejaban de torturarlo, no podía estar sin repetirse lo idiota he imbecil que había sido por al menos 1 segundo, no podía dejar de pensar en los ojos azules de su hermano quebrarse al oírlo decir esa duras palabras, y aunque en parte era cierto, no tenía el derecho de ser tan insensible.

Tenía tantas ganas de ir y buscarlo para disculparse y decirle que en verdad lo amo y con todo el corazón pero que algunas veces el amor no era suficiente para mantener una relación. El amor era una pieza fundamental para entablar las relaciones, pero tampoco solía actuar solo, para estar unidos debían estar en paz y tranquilos, pero eso se oía tan imposible en el mundo en donde estaban, eran hermanos y debían aceptarlo por más que doliera una mierda, juntos aprendieron grandes cosas, entre ellas a sentir el verdadero amor, pero todo había acabado el día en el que la persona más odiada en el mundo tocó a su puerta. La realidad.

Loki seco sus lágrimas con ayuda de su puño y dejó salir un suspiro, debía estar listo para ejecutar el maldito plan, la luna ya estaba en lo alto y todos, o al menos la mayoría estaban dormidos, la ventaja que tenía sobre todos era su magia, con tan solo mover sus manos podía engañar a cualquiera, y eso era una completa ventaja.

Salió de su habitación y observo con detenimiento los pasillos deshabitados, solo la luna sería testigo de su atraco a la cámara de armas, y vaya que la luna era buena amiga.

Con cuidados comenzó a caminar hacia el lugar observando cada uno de los pasillos asegurándose de que nadie lo viera, para su mala suerte el palacio de oro era demasiado extenso y tardaría en llegar pero otra suerte era que conocía el lugar como la palma de su mano, y vaya que conocía a la perfección su extremidad.

Doblo una esquina rápidamente pero unos guardias llamaron su atención, ellos no lograron verlo, pero estaban custodiando la cámara de armas, era obvio que Odín mantenía todo bien resguardado, si lograba burlar a los guardias lograria entrar sin problemas, solo necesitaba una pequeña distracción, o mejor dicho una ilusión.

Moviendo las manos ligeramente una mujer vestida con una capucha negra apareció caminando cerca de los guardias ignorando los llamados de estos, los hombres se miraron entre si y fueron corriendo tras ella, se dirigían hacia la biblioteca la cual era muy extensa, demasiados estantes y muchos escondites, perfectamente se perderán por mucho tiempo, o al menos lo suficiente.

Una vez sin los guardias en su camino, el Dios rápidamente cubierto por una ilusión se apresuró en ingresar a la habitación, todas las reliquias más antiguas y sagradas de toda la historia del Yggdrasill yacían ahí, procuraba a toda costa no mover nada de su lugar para no levantar más sospechas, observo algunas de las cosas admirando su antigüedad y valor, en un tiempo pasado si hubiese tenido el suficiente valor hubiese robado todo eso y utilizarlo para convertirse en Rey, pero sencillamente eso parecía tan innecesario ahora, era como sí el objetivo de su vida hubiese cambiado, ya no deseaba lastimar Midgardianos ni esclavisarlos, nada de eso, solo buscaba tener paz consigo mismo.

Observo cierto objeto de color azul brillante descansando en un lugar, el tesseracto.

Sus ojos se perdieron un momento en su brillo.

Recobro la compostura y busco su objetivo, no debía estar muy alejado de la llama eterna así que no tendría problemas en encontrarlo, a lo lejos se percato de aquel fuego que ardía intensamente, sin duda era la llama, esa maldita llama era demasiado poderosa, tenía el poder de provocar el Ragnarök, pero en su mente el pelinegro seguía pensando que todo era una simple leyenda.

El objeto que buscaba era como un Relicario de oro tenido con rubíes, solo lo había visto una vez hace siglos cuando aún era un niño, también lo había leído en varios libros de Asgard y de Reliquias Antiguas.

Fue mi error Where stories live. Discover now