Chapter 20:Ragnarök

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*Por favor leer notas finales.

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Tal y como había sido profetizado por sus antepasados Asgard estaba siendo destruido por aquel demonio gigante llamado Surtur, la tierra temblaba con júbilo y las personas huían despavoridas hacia el puente arcoiris que era su única forma de huir de aquel infierno, Heimdall estaba inseguro de donde enviarlos, por ahora el gigante de fuego estaba siendo controlado por una barrera mágica dorada pero estaba seguro de que no resistiría demasiado, los Asgardianos temían por sus vidas y se acumulaban cada vez más cerca de él, ¿Donde se encontraban Odín y Frigga?, sin su orden no podía enviar a ningún lado a nadie, finalmente Thor desencio entre rayos del cielo enpuñando su Martillo, se veía desesperado, ¿Quien no?, después de todo era el fin profetizado de Asgard.

—Heimdall —Lo llamo el Dios del Trueno. —Lleva a todos los Asgardiano a los prados tranquilos de Vanaheim, allí Freyja y Frey los recibirá —El guardián del Bifröst asintió y rápidamente giro la espada incrustada en el orificio, el puente arcoiris se abrió paso hacia la tierra de los Dioses de la Fertilidad y Heimdall grito de nuevo.

—¡Rápido, no podré dejarlo abierto por mucho tiempo o destruira Vanaheim! —Los Asgardianos comenzaron a ir hacia la tierra verde mientras que cierto hechicero sostenía una barrera mágica alrededor de Surtur quien golpeaba con mayor fuerza su prisión mágica buscando la libertad de cumplir la profecía.

Thor llegó al lado de Strange y le miró ancioso.

—¿Cuando tiempo más podrás resistir?.

—Es demasiado fuerte.

—Por favor, hechicero, detenlo por un momento más, debo buscar a mi Padre y a Madre —El castaño asintió respirando con dificultad y sosteniendo con más fuerza la barrera, necesitaba a Loki lo más pronto posible, lo necesitaba o sería el fin de Asgard.

Aún estando en la tierra el Dios ojiverde podía sentir la ira de Surtur y Asgard temblar bajo él, temía por todos allí, y desesperado buscaba la manera de llevarlos a todos allí, ¿Como podría si jamás había practicado un hechizo tan poderoso como la teletransportasión entre mundos?, eso era prohibido, solo Heimdall podía llevarlos a través del Bifröst pero por más que gritara el guardián no lo escuchaba, ¿estaría el puente abierto?, de seguro estaban evacuando a todos hacia tierras calmas.

—¡Heimdall maldita sea escuchame por una vez en tu vida! —Grito exasperado Loki sosteniendo su cabeza con desesperación, quería ir y ayudar pero estaba atrapado en Midgard sin poder hacer nada.

—Príncipe, te escucho —La voz del guardián resonó en su cabeza llenándolo de felicidad por un segundo.

—Heimdall, llevanos a Asgard.

—El Bifröst está está siendo utilizado, ahora.

–¡Maldición!, no puedo quedarme aquí sin hacer nada.

—Loki, tu puedes venir hasta aquí utilizando tu magia.

—¿Que?. No. Eso es imposible, es magia demasiado peligrosa, y jamás lo he hecho.

—Tal vez no lo recuerdes pero hace exactamente 735 años tu utilizaste esa magia, eras un niño y acababas de leer el libro de magia más poderosa de todo los nueve mundos, experimentaste y te autotransportaste a Alfheim, afortunadamente Frey que alimentaba la tierra con su fertilidad te encontró.

—¿Yo lo hice?.

—Eres capaz de grandes cosas, Loki de Asgard, solo debes ver en tu interior, el destino te llama —La voz desapareció como agua entre manos, dejando confundido a Loki quien intentaba recordar el hechizo o cualquier indicio de su anterior viaje a Alfheim reino de los elfos de luz.

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