Prólogo 2

72 13 4
                                    

Cuando tenía ocho años mis padres estaban pasando por una crisis matrimonial, de lo que me enteraría más tarde, se habían casado porque mamá estaba embarazada de mí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando tenía ocho años mis padres estaban pasando por una crisis matrimonial, de lo que me enteraría más tarde, se habían casado porque mamá estaba embarazada de mí. Discutían constantemente y al parecer había una persona que  estaba causando conflictos a su matrimonio, así que resolvieron mudarse por el bien de nuestra familia, el problema es que lo decidieron a mitad del año escolar y de un día para otro debíamos hacer las maletas y marcharnos.

Yo odiaba los cambios, y sobre todo aquellos que no habían sido planeados con anticipación, pero mis sentimientos al respecto no fueron tomados en cuenta a pesar de mi llanto de toda la noche. En fin,  nos mudamos lejos del que yo consideraba mi hogar y tuve que aceptarlo. A pesar de mi inicial reticencia me di cuenta que nos mudábamos a un lugar mucho mejor, así que rápidamente mi entusiasmo infantil se sobrepuso.

Mis padres estaban más felices de lo que yo recordaba haberlos visto antes, así que todo me parecía de cuento de hadas, algo que no duraría por mucho tiempo, pero que lo disfrute cuanto duro. El día de la mudanza ayude a mi papá a descargar el camión, y como estaba tan contento aproveche a jugar con él, eran escasas esas ocasiones así que no podía desperdiciarla, me parece que ese fue el mejor día de mi vida, solo mejoro mientras avanzaba, sobre todo cuando lo vi.

Estaba en el patio de la casa de enfrente, era un niño un poco más grande que yo y tenía un balón a su lado, parecía enfadado o asustado, no sé qué fue lo que paso conmigo, pero solo lo vi y quise correr junto a él, era un impulso que no pude controlar y es que no suelo ser impulsiva, pero con él mis instintos más salvajes cobraban vida.

Su reacción ante mi cercanía no me desalentaría, podría ser tímida, pero era perseverante y sabia que seriamos amigos, casi sin querer mi mamá y yo nos hicimos amigas de su madre, era una mujer muy inteligente y amable, Allan se parecía mucho a ella; por fuera y por dentro. Pensé que así sería más fácil estar cerca de él, y así fue, más o menos. Pero cualquier momento que pasábamos juntos, aunque no nos dijeramos nada, me bastaba.

Y es que sus ojos, esa mirada tan transparente que en un principio me atrajo, no dejo de gustarme, me fascinaba cada día más.

Tenía un largo camino por delante, pero nada me amedrentaría en la meta que ya tenía trazada en la mente, ni siquiera el mismo Allan y sus gritos.

Acosadora, Acosada.Where stories live. Discover now