Capítulo 23

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Han pasado seis horas desde que desperté en el cuerpo de Denisse, tres desde que la vi por última vez y dos desde que estoy aguantando las ganas de ir al baño, debo decir que la vejiga de Denisse es bastante resistente, la mía no aguanta más de me...

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Han pasado seis horas desde que desperté en el cuerpo de Denisse, tres desde que la vi por última vez y dos desde que estoy aguantando las ganas de ir al baño, debo decir que la vejiga de Denisse es bastante resistente, la mía no aguanta más de media hora, pero creo que estoy llegando al límite. No aguanto más, voy a tener que hacerlo.

Eso me hace pensar en cómo se las está arreglando Denisse con mi vejiga pequeña, no quiero saberlo, tengo mis propios problemas.

Entro al baño y como no he visto la necesidad de cambiarme de ropa, subo el camisón y yo mantengo sujeto con una mano sobre el estómago, tentativamente toco el borde de la ropa interior y vuelvo a alejar la mano, no puedo hacerlo. Bailando de un lado para otro trato de aguantar un pico más, pero la vejiga dice que ya no es posible, así que con todo y ropa entro en la regadera y dejo que la vejiga por fin deje de resistir.

Es un terrible alivio poder dejarse ir, solo cuando la breve felicidad desaparece me doy cuenta que ahora tengo otro problema... ahora tengo que bañarme.

Al parecer el Grinch tenía razón, ver al vacío realmente ayuda, despejas la mente dejas llevar por la  nada y eres feliz, al menos por un instante, hasta que recuerdas a tu cuerpo, o el cuerpo en el que estas, y que dicho cuerpo de hecho tiene nec...

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Al parecer el Grinch tenía razón, ver al vacío realmente ayuda, despejas la mente dejas llevar por la nada y eres feliz, al menos por un instante, hasta que recuerdas a tu cuerpo, o el cuerpo en el que estas, y que dicho cuerpo de hecho tiene necesidades, como comer, dormir, respirar e ir al baño.

Trato de ignorarlo continuando con mi introspección, pero media hora después se hace insoportable, la vejiga de Allan no retiene líquidos por un periodo prolongado de tiempo y hace imposible el ignorarlo.

Apretando las piernas voy al baño, abro el botón del pantalón y comienzo a bajar la cremallera, pero siento algo bajo ella y me detengo, no puedo hacerlo, no puedo tocar eso, simplemente no puedo.

Pero la vejiga de Allan llega a su límite y las compuertas que mantenían la orina dentro se abren y dejan escapar todo. Abochornada y asqueada me meto bajo la regadera y dejo que todo fluya, ni siquiera ciento placeres en ello, solo sé que esto traerá más problemas.

Me tendré que bañar o como mínimo cambiarme y ninguna de ellas me es atractiva, tendré que llamar a Allan, esto se escapa de mis manos.

-          Si

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- Si...

- Houston, tenemos problemas –  dice mi voz al otro lado del teléfono.

- Pues aquí, Houston también tiene problemas – caminando con las piernas abiertas llegue al cuarto a contestar el celular de Denisse, me siento sucio.

- No creo que sean más grandes que los míos.

- Te apuesto a que si

- Cinco billetes a que no – no lo decía enserio, pero aceptaré.

- Muy bien, yo digo primero y luego tú, ¿bien? – escucho su aceptación y luego le cuento lo que paso – ahora dime tu qué fue lo que te paso.

- Creo que ambos ganamos la apuesta, me paso lo mismo y debo decirte que no aguantas nada, pareces un abuelo con incontinencia.

- ¡Oye! Solo tengo una vejiga pequeña, es todo – protesto.

- No hay como estar en el cuerpo del chico que te gusta para ver sus defectos y desencantarse – pasa un silencio incómodo y luego ella se aclara la garganta – bueno, necesito que vengas aquí, yo no pienso lavar tu cuerpo y tú no puedes tocar el mío, así que ven.

- ¿Cómo se te ocurre que lo haré? Me paso lo mismo, no puedo salir así.

- Cierra los ojos y quítate el camisón, luego ponte un pantalón y una camiseta y corre hacia tu casa.

- Bien, bien – lo primero que vea en su ropa me pondré - ya voy.

- Y recuerda, ojos cerrados – luego cuelga.

Acabo de vestirme y en silencio salgo de su casa para ir a la mía. Este será un secreto que nunca confesaré, ni siquiera bajo tortura.

Espié el cuerpo medio desnudo de Denisse. 

Acosadora, Acosada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora