Vegetta El Vampiro [Reescribiendo]

El Beso

Vegetta

En la fiesta no bebí nada, no me apetecía. Vi a Doblas bailando. Me acerqué a él.

Esos ojos...

Sentí necesidad. Lo necesitaba.  Lo acorralé contra una pared, donde lo besé apasionadamente. Dejé todas las ganas que tenía en ese beso.

No me empujó, simplemente correspondió. Abrí los ojos un segundo, y vi como los demás nos miraban. Entré en razón. Lo había empujado contra una pared y lo había besado sin sentido alguno. Lo aparté de mi lado.

V:L-Lo siento, me de-deje llevar.

Acto seguido salí corriendo por la puerta.

R:¡Vegetta!

No le hice caso y seguí rumbo a mi casa, no me sentía bien. Ninguno de todos los monstruos me atacó, por lo que pude llegar rapido.

¿Y ahora porque estoy huyendo?

Me encerré en mi habitación, quería soledad.

Rubius

Vegetta había huido de mi, escondiéndose en su casa. Lo seguí subiendo las escaleras pero no pude abrir la puerta delantera, así que comenzé a trepar la muralla. Pude llegar así hasta la cima. Salte dentro de la muralla. Corrí hacia dentro, pero no vi a nadie.

R:¡Vegetta!

Quería encontrarlo, quería terminar algo que el dejó pendiente conmigo. Hasta que escuché ruidos que provenían de su habitación. Golpee su puerta.

R:¿Samuel?

V:¿Que quieres?

R:Quiero hablar contigo

V:Déjame solo

R:No, me voy a quedar aquí hasta que me abras, no me importa el tiempo que sea.

V:Rubius, no quiero lastimarte.

R:¿Porque lo harías? Solo quiero hablar.

V:¿De que?

R:De... Ese beso. ¿Porque te fuiste corriendo?

V:Porque sentí que te force y que te estaba obligando a besarte.

R:Si no hubiera querido hacerlo, te habrías enterado, créeme.

V:Así que... ¿Tu también lo querías?

R:Desde hace tiempo. Y creeme, no me molestaría repetirlo.

V:No quiero lastimarte, Rubius.

R:¿Como me lastimarias?

V:¿Puedes guardar un secreto?

R:Claro.

Abrió la puerta, posteriormente abrió la boca.

Pude ver sus colmillos. Eso explicaba todo. Vegetta era un vampiro.

R:No me importa.

V:¿Seguro?

R:Nunca había estado tan seguro en algo, Vege.

V:Entonces ven aqui.

Acto seguido me agarró y me besó salvajemente.

La felicidad me indundó, la persona que yo más quería estaba enamorada de mi. Mi deseo se cumplió.