Vegetta El Vampiro [Reescribiendo]

Vuelta A El Pueblo

*Narra Vegetta*

J:¿Que tan lejos esta ese psicólogo?

V:A dos días de aquí a pie.

AR:¡Que va! Pero si está aquí al lado. Vamos en caballo y llegamos en sólo un par de horas.

V:¿Quieren ir allí?

LE:Tenemos que hacerlo, es nuestro amigo, no podemos dejarlo así.

Voltee a mirar a Elías, que estaba detrás nuestra. Se notaba que no estaba muy bien.

H:Vamos.

V:Vale, partimos esta noche, en un par de horas. Vayan a dormir, tienen que estar descansados.

Nos despedimos y nos fuimos cada uno a su casa, excepto Elías, quién quedo a cargo de Herny. Llegue a mi casa, prepare las cosas, y me fui a dormir. Mañana iba a volver a mi antiguo hogar por mi amigo. Un par de horas pasaron hasta que me levanté, y me fui a preparar al caballo.

Me acerqué a mi montura y empezé a asegurarme de que todo estuviera bien. Pasados unos minutos, para mí sorpresa, se me acercaron mis compañeros. Cada uno se preparó todo y partimos.

A:Guíanos Vegetta ¿Por donde es?

V:Síganme.

Y así estuvimos el viaje, hablando de nuestras cosas y disfrutando un hermoso amanecer. Todo esto con una sombrilla. Hasta que llegamos a una alta montaña, la cual escalamos. Cuando subimos a una parte alta de esta, se podía observar el pueblo de Karmaland. No había cambiado en casi nada, excepto en que se podía ver un pequeño edificio que podría jurar que antes no estaba ahí.

A medida que nos acercamos se podían ver las casas de mis antiguos compañeros. La casa árbol de Willy, la casa de Fargan que por alguna razón ahora era de todos colores, y la casa de Auron. Antes de llegar hasta el pueblo paramos a comer algo, y yo a cambiarme de ropa, pues la que llevaba puesta era la misma de siempre, ahora traía puesta una campera con una capucha y unos pantalones negros. Me bebí mi botella de sangre y continuamos nuestro camino hacia el poblado.

Me puse la capucha y guarde la sombrilla, para así entrar al pueblo. Los guardias seguían ahí haciendo su trabajo, y estaba todo igual que antes.

J:¿Hacia dónde ahora?

V:Descansen un rato en el pueblo mientras yo busco al psicólogo. Y otra cosa, no le digan a nadie que yo estoy aquí.

AR:¿Porque?

V:Porque no. Recorran el pueblo y hagan algo para entretenerse, ahora vuelvo.

Até mi caballo, y me fui a pie a la casa de Auron. Allí se veía mi fortaleza flotante, que buenos momentos que pasé ahí. Llegando a la casa del psicólogo me percate de que tenía un timbre en la parte baja de su casa, seguramente porque tenia torretas. Lo toqué y espere respuesta.

A:¿Quien es?

V:Vengo a por una consulta, ¿Es usted psicólogo no?

A:Si, pase, que ya desactive las torretas.

Me dirigí hacia su puerta y mirando al piso, para que no me reconociera, el me abrió.

A:Buenas, ¿Quería usted una consulta?

V:No para mí, para un amigo, pero venía a sacarle cita ¿A que hora está disponible?

A:Estoy disponible a las 5, pero necesito su nombre y el de la persona que va a recibir el tratamiento.

V:La persona se llama Elías.

A:¿Y usted?

V:Samuel

A:Necesito apellido.

V:De Luque

A:Vale... Entonces usted es Samuel De Luque ¿No?

V:Si, ¿Entonces a las 5?

A:Si.

V:Gracias. Hasta luego.

A:Adiós señor... ¿DE LUQUE? Espera, que me acabo de dar cuenta. Mírame.

Yo no levantaba la vista del suelo.

A:Levanta la vista.

Levanté la vista y la cara de Auron no tuvo precio.

A:¿¡Vegetta!?

V:El Mismo

A:¿Tu no te habías ido?

V:Solo volví para que ayudes a mi amigo, no le digas a nadie que estoy aquí, por favor.

A:Vale, ¿Pero y esas pintas que me llevas?¿Donde está ese pelo que te destacaba?

Auron me quito la capucha, exponiendome con el sol y quemándome por unos segundos. Me oculte en la sombra que generaba su casa.

A:¡¡Perdona!! No lo recordaba.

V:No pasa nada. Vuelvo a las 5 y te explico lo que pasó. Nos vemos.

A:Adiós.