«𝙡𝙤𝙤𝙠𝙞𝙣𝙜 𝙛𝙤𝙧 𝙛𝙞𝙖𝙣𝙘é» → chanbaek #2

Epílogo (1/2).

Los meses pasaron completos y repletos de sucesos. Desde el compromiso, la noticia del nuevo bebé, la tan ansiada mudanza y el cumpleaños de Changkyun.

Julio era algo caluroso en tales fechas, pero la brisa cálida entrando por los grandes ventanales de la nueva casa le daban una especie de energía al pequeño castaño que no estaba quieto ni un solo segundo, ni siquiera por el abrumador calor. Changkyun corría de aquí hacia allá, curioso y extremadamente feliz. No dejaba de subir y bajar por las escaleras, caminaba y saltaba por los pasillos. Le daba un vistazo a cada habitación y lugares de la casa con sus ojos curiosos.

Lo que más le había gustado de la morada, era su habitación, o la que sus padres decían que era de él. Paredes azules, una cama gigantesca y repleta de juguetes. Algunos muebles para su ropa, la mesa de noche a un lado de la cama y una alfombra cubriendo todo el piso de madera bajo sus pies. Era un sueño. Ahora podía dormir en el suelo en lugar de hacerlo sobre un colchón y sabía que su padre Baekhyun no se molestaría por eso, pero, justo al lado de su habitación, había otra puerta. Un par de semanas antes, había observado a su padre Chanyeol llevar una cosa u otra allí dentro. Incluso cuando lo vio con esos gigantescos osos de peluche de color blanco entrar a la habitación de al lado y no a la suya, se sintió un poco celoso.

Se detuvo curioso ante la puerta.
La empujó un poco mientras se colgaba del picaporte para poder abrirla. Una vez que lo logró, entró. Siempre lo hacía.

¿De quién era esa habitación, de todos modos? ¿También era de él?

Observó las paredes de color verde claro. Una cuna como la que él solía tener en su antigua casa estaba allí, a un extremo de la ventana. Frunció el ceño interesado, y caminó por la habitación, observando a su alrededor. El resto de los muebles eran de color blanco, en cambio los de él eran marrón claro. Habían algunos muñecos de peluche y cortinas blancas aromatizadas con un dulzor que hacía picar su nariz.

—Changkyunnie —llamó su padre desde la sala.

La voz ronca era perteneciente a su padre más grande y alto. Oyó las pisadas en las escaleras y rápidamente salió, encontrándolo en el pasillo con una brillante sonrisa.

—¡Aquí!

El rubio rió, tomándolo de la mano mientras le ayudaba a bajar las escaleras junto a él.

—Papá Baekhyun quiere hablar contigo —le dijo tranquilamente.

Changkyun asintió meneando su cabeza con desinterés mientras observaba y cuidaba sus pisadas en el mármol.
Una vez que estuvieron en la planta baja, se dirigieron a la sala. El castaño lo llamó en cuanto lo vio y lo invitó a sentarse a su lado. Habían hablado junto a Chanyeol sobre darle la noticia a Changkyun. Principalmente, les parecía lógico que le dijeran cuando fuera físicamente evidente.

Durante los últimos tres meses pasados, su barriga había comenzando a notarse cada vez un poco más. No mucho, pero sí lo suficiente para ya darle la tan ansiada noticia a su pequeño. Tanto Baekhyun como su prometido, estaban tan emocionados que querían que su hijo lo supiera cuanto antes, además para que fuera asimilándolo de a poco y pudiera comprenderlo mejor. Ambos padres estaban más que emocionados y entusiasmados, pero también estaban nerviosos por cómo su hijo mayor reaccionaría ante la noticia de que habría otro más pequeño que él en la casa. No solo se estaban enfrentando a un nuevo período de embarazo y cambio absoluto en sus vidas, también debían enfrentarse a los posibles celos de Changkyun. Y eso les asustaba a más no poder.

El niño lo miró, no entendiendo la repentina situación. Baekhyun estaba sentado en el sofá, Changkyun al lado de él y del otro lado, Chanyeol. Sumamente inquieto.