8.

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Leer nota final.
IMPORTANTE.

Stiles era maravilloso, grandioso, divertido, guapo, sexy, y por júpiter, sabía cómo hacerlo sentirse de otro nivel. Stiles llenaba su corazón de alegría con menos palabras de las que seguramente alguien normal usaría. Pero a quién engañaba, Stiles de todas formas usaba todas las palabras que pudiera, porque él era así, simple, incallable, precioso... Y al parecer, a su medida.

Nunca creyó experimentar sus placeres carnales con un chico, mas no se arrepentía; no, en cambio agradecía que fuera así. Stiles también era inexperto como él, pero parecía haberse instruido tanto con "material didáctico para adultos" que a veces le resultaba difícil creerle que era nuevo en el mundo del sexo. Y era genial, es decir, Clark amaba verlo tan entusiasta intentando montarle, justo como había sucedido la noche anterior después de la feria. Sí, Stiles había llegado a tal punto de confianza que con un simple "siéntate que quedé con ganas de montar algo grande" le persuadió.

Y lo hizo, lo hicieron. Porque sí, Clark se había entregado al chico en su totalidad corpórea. Es más, podría recordar la cara de Stiles en el momento en que le dijo que le hiciera el amor, una dulce mezcla de orgullo, cariño y confianza navegando por todo su semblante y cuerpo.

Stiles era maravilloso y le quería, a él, a Clark. Pero también quería a Superman, a su otro yo, a su ego de mayas y de sonrisas amables, a su personalidad oculta que nadie más que sus padres conocía. Porque sí, incluso se la ocultó a Lois, la chica de la que creyó estar enamorado en sus primeros años de periodismo después de salir del campo. Vaya, se había enamorado perdidamente de una chica que le buscaba principalmente porque creía que Superman era su familiar. Fue triste saberlo, pero grato asumirlo. ¿Qué tenía Superman que él no? Según él mismo, no había nada de sus personalidades que distara, pero al parecer... al parecer Superman tenía esos aires de ser héroe, ese traje que resalta su cuerpo, ese... ese algo que lo hace un objeto superficial más que cualquiera podría desear.

Y él era más que eso, mucho más.

Y si Stiles podía quererlo como Clark, le amaría como Superman. Y sin duda lo haría en viceversa sin pensárselo dos veces, porque así de único y genial era Stiles.

Pero así lucía Lois...

- Qué bueno encontrarte por aquí. – Kara rió a su lado impulsándose agresivamente para reposar sus palmas abiertas sobre el trozo de metal.

- Qué graciosa, Kara. – sonrió con malicia ejerciendo un poco más de fuerza.

Por un momento había olvidado la situación en la que estaba: evitando que un trozo de avión desprendido tomara demasiada velocidad como para convertirse en un meteoro de media magnitud.

- Siempre es agradable verte sonreír. – acotó la rubia sin rastros de cansancio. – Hablando de eso... ¿Cómo vas con tu pequeño asistente?

- N-no es momento para hablar de ello.

- Nunca es momento cuando estamos en labor, primo. – se mofó. Clark rió suave y asintió dándole la razón, empujando un poco más para detener el proyectil.

- Creo que puedo aquí, ve al otro lado e intenta tirar de él, tenemos que llevarlo a las afueras. – demandó dirigiendo una mirada rápida a su prima, la cual sin rechistar asintió y batió sus puños en otra dirección para salir suspendida a cumplir el plan.

(...)

Minutos después todo parecía solucionado, Kara tiraba del trozo de metal como si de un trozo de papel se tratase y parecía lista para deshacerse del material. Miró juguetona a Clark y él supo para dónde iba dirigida esa mirada; Stiles.

S de Stiles.Where stories live. Discover now