Capítulo 9. ❝ Oh no, Amelia. ❞

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Los sábados siempre eran los días libres de Luzu, el único día en donde podía tener las horas completas para hacer lo que quisiera. Usualmente esos días su madre junto con sus demás hermanos se encargaban del negocio, aprovechando que poca gente iba a comprar.

Si le preguntaban al castaño si le agrada trabajar, respondería con una sonrisa que sí, le gustaba ayudar a su familia tanto como podía. Claro que así no era como miraba su futuro cuando era más joven, pero no podía quejarse mucho, era lo que le había tocado.

Juliana tampoco deseo que todo pasara de esa manera.

Su padre murió cuando apenas tenía 12 años, era un niño cuando su mundo se vino abajo. Fernando Doblas le había enseñado todo lo que sabía de la vida. Luzu pensaba que al haber madurado más rápido que sus demás compañeros, le había ayudado bastante a aprender a cómo lidiar con las situaciones.

—Cariño, me pasas la libreta de apuntes. —Su madre le hablo desde el mostrador, contando el dinero que había en la caja registradora. — ¿Sabes a qué hora salen tus hermanos del entrenamiento? Quizás pueda cerrar el lugar para festejar que Rubén está en el equipo.

Luzu esbozo una sonrisa ante sus palabras, el sueño de su pequeño hermano por fin estaba pasando, desde que comenzó a hablar siempre fastidiaba a todos con ser parte del equipo de voleibol. Solo esperaba que en su primer día los chicos no fueran tan severos con él y con Raúl.

—Creo que en una hora más. —Luzu fijo su vista en el reloj de su muñeca. —Pero no estoy del todo seguro, escuche a Fargan decir que tenía planeado hacerlos caer muertos del cansancio.

—Tu hermano nunca va a cambiar. —Le hablo con una sonrisa, anotando un par de cosas en la libreta que le acababa de dar. — ¿Aun tienes planes con Lana? Si aun no tienen planeada su cita, nos pueden acompañar a comer, tengo bastante sin hablar con ella.

Y de pronto, la sonrisa de Luzu decayó un poco cuando su madre término de hablar. Aun no entendía la inmensa fascinación de la mayor por emparejarlo con Lana, el castaño estaba seguro de que su mayor sueño era verlo en el altar junto con ella, dándole pequeños nietos rubios.

Si le dieran un centavo por cada vez que negaba algo entre ellos, probablemente ya viviera en una mansión en la ciudad.

—Cancelamos la salida, tuvo que ir a la ciudad con su familia. —Respondió sin prestar atención al tono juguetón que su madre entono. —Pero la idea de festejarle a los chicos no es mala idea, creo que me debería de adelantarme un poco en la cocina, ya sabes que a Rubén le encanta mi comida. —Se apresuro a decir, quitándose el mandil que tenía.

—Lana es una linda chica, ¿no te parece? —Juliana le dedico una sonrisa sincera a su hijo—Aun no puedo creer que se novia de ese chico, ¿qué opinas respecto a eso? ¿si crees que sean felices? Esa niña merece todo el amor del mundo.

Meterse en relaciones ajenas no era el tema de conversación favorito de Luzu, a pesar de que su mejor amiga tuviera una linda relación de casi cuatro años, su madre aún tenía una esperanza de que ambos se confesaran un amor inexistente. Y eso era algo que el castaño odiaba un poco, que su madre intentara meterse en su vida amorosa.

—Mamá. —Murmuro bastante cansado. —Sabes muy bien que el novio de Lana es muy lindo con ella, además de que no necesito pensar nada al respecto, mientras trate bien a mi amiga, estoy bien al respecto. ¿Qué tal si...? —Antes de poder preguntar, su madre me interrumpió.

—Vamos, Borja. ¿Cuántos años tienen ustedes de amistad? No me digas que nunca has sentido absolutamente nada por ella. —Cerró la libreta que tenía entre las manos, viéndolo un poco desilusionada.

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⏰ Last updated: Jun 26, 2023 ⏰

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Te Amare a Escondidas | LuzuplayWhere stories live. Discover now