O1. ¿Lauren?

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loco remote

Sentir la seda de su vestido rozar su tersa y quieta piel era invaluable. Por la gran cantidad de material con la que éste contaba, el peso de la prenda era ridículo, pero a ella le fascinaba. Adoraba con desespero su silueta al caminar, como la tela se abrazaba a ella como cinta adhesiva amoldando su figura de la forma más sensual imaginable. Si bien ella ejercía el más abismal de los poderes sobre todas las almas, el vestido no era nada comparado con su rostro, y lo sabía. Siempre lo ha sabido, desde que tenía uso de razón ha sido así.

Ella caminaba por encima de súbditos y estos sentían sus ojos secar; era imposible contemplarla, pero era algo a lo que estaba acostumbrada. Ellos no, por más eones que estuvieran ahí no podían acostumbrarse a no verla. Condenados a buscar maneras de apreciarla, verla, adorarla, vivían esclavizados a sus instintos, construyendo atuendos para poder ser sometidos por su inigualable belleza. Ese vestido negro fue tejido a base de lágrimas y lamentos, y ceñía su cuerpo con súplicas. El más valioso de su guardarropa.

Se sentó en su lugar de siempre, mirando al vacío mientras pensaba. Cerró los ojos. No estaba mal. Aquél presentimiento que sintió momentos atrás estaba en lo correcto. No sabía a qué se enfrentaba, pero lo mejor era estar preparada. Con todo su pesar quemó su vestido y permitió que el asfixiante frío del séptimo infierno vistiera su pecaminoso cuerpo.

Costa de Santiago, Chile

Afuera de la aula C/E, 4:15 pm

Llevaban rato ahí metidas, Camila sabía que iba a ser difícil convencerla, pero no imposible ya que notaba en su amiga el mismo entusiasmo en la misión. Era peligroso, eso era todo.

¡Bueno! Quién dice 'peligroso' dice 'altamente mortal con riesgo de ser condenado por la eternidad por irrumpir los calvarios del infierno', pero eso era otro tema.

Varios minutos después, salió Dinah junto con su jefa de la habitación —La señorita Hansen ha decidido participar en la Misión Esmeralda. El pequeño grupo de personas reunidas ahí esperando respuestas empezó a celebrar la noticia, felicitando a la rubia —reúnanse en la Sala A, estamos listos para empezar el procedimiento.

Las risas y aplausos cesaron, el ambiente feliz cambió radicalmente a uno más tenso, se podía sentir la preocupación de los participantes a kilómetros —¿Ya estás más tranquila? —se acercó a su amiga.

—Eres una psicópata si crees puedo estar tranquila conociendo el lugar a donde vamos, me tiemblan hasta las tetas, Cabello —definitivamente era un psicópata. Estaba más que emocionada de visitar ese lugar —. Pero me terminaron convenciendo —explicó con una sonrisa natural en su rostro.

—Nada que unos besitos no puedan hacer, ¿cierto? —Dinah le propició un leve golpe en las costillas. Se rieron pero sabían que era cierto. La chica mantenía una relación seria con su Jefa al mando, y cuando a esta le entraron los nervios por la misión no dudó que su novia iba a saltar a tranquilizarla.

Sala de juntas A, 4:30 pm

—Me alegra que llegaran. Quedan pocas horas para el descenso. Antes de que se vayan quiero que repasemos los riesgos: primero, y lo más obvio, sus almas están en juego, vamos a interrumpir el castigo eterno —Camila rápido dejó de poner atención, había escuchado esa plática más de diez veces, ella tenía claro a lo que se enfrentaba. La cubana estaba al tanto de los verdadedos motivos de la Misión y, eso, la colocaba un paso adelante de sus compañeros —; número tres, no se dejen engañar por lo que ven, una de las condenas más comunes es engañar a los que llegan haciéndoles creer que han reencarnado, puede ser difícil recordar que realmente no han muerto y pueden dejarse llevar creyendo que merecen estar ahí —siguió hablando. La morena dedicó su atención al libro que tenía frente suyo, repasó las páginas que tenían testimonios de los pocos que habían regresado. Cualquiera se preguntaría por qué no estaba aterrada, es decir, se adentraría en las entrañas del infierno por meros fines informativos, una tarea de la que pocos salen vivos, pero Camila tenía confianza en sí, se había preparado por años y ahora, a sus 27 años, estaba más que lista —. Eso es todo, vayan a sus habitaciones, descansen, despejen su mente, los veo en el quirófano a las ocho en punto —los presentes se levantaron pero fueron interrumpidos por la voz de su Jefa al mando de nuevo —. Una última cosa. Tengo fe en ustedes, se que las cifras de personas que han regresado son terroríficas pero los tiempos han cambiado, ahora las probabilidades de que la misión se lleve a cabo de forma exitosa son altas, y por eso siento la necesidad de advertirles sobre esto —la sala quedó en silencio —. Esto no es aparece en los instructivos que tienen y la razón es porque son contados los que han sido capaces de confirmarlo y casi nadie ha logrado llegar a tal punto —la angustia se empezó a hacer presente —, Ella —el pronombre paró el cuerpo de Camila y la obligó a poner su atención —. No sabría cómo describirla. Si quieren darse una idea, podrían compararla con la imagen que tienen de —hizo una pausa tratando de buscar una analogía que sirviese —, Lucifer. Ella rige ese sitio y llegar a donde se ubica es casi imposible.

—¿Ese es nuestro objetivo? ¿Es el propósito principal de la Misión Esmeralda? —No. La respuesta era 'no'.

—No —mintió —. No queremos interrumpir sus tareas, ni siquiera queremos darle problemas, queremos evitarla a toda costa, pero es posible llegar a ella. La meta de la Misión Esmeralda es recaudar información acerca de Septima Infernum y Ella es una fuente pura de la misma. Ella castiga a sus súbditos de una forma muy especial: les impide verle. El resto de la condena va por cuentas propias.

—¿Qué clase de almas se castigan a sí mismas? —varios empezaron a susurrar.

Ally se acomodó sus lentes y se apoyó en la mesa —ese es el punto. Es bella, increíblemente bella, imposible de describir. Permite que sus esclavos la vean una vez, unos segundos, y en cuanto dejan de hacerlo no pueden volver a verla. Rumores dicen sienten sus ojos quemar, secarse, derretirse poco a poco, y viven tratando de confeccionar el atuendo perfecto que les brinde el honor de volver a apreciarle. La necesidad es su castigo.

El silencio reinó en la sala de juntas, nadie sabía qué decir —¿Por qué nos advierte? —cuestionó Lucas, uno de los presentes.

—Porque el lugar donde se aloja es un castillo, increíblemente atractivo, una de mis fuentes dice escuchar como un canto llama desde dentro. Si llegan a las puertas de la sala del trono, será muy tarde.

—¿Qué ha sido de los que regresaron?

Guardó silencio un momento —se suicidaron —todos quedaron perplejos, incluso Camila, nadie lo esperaba —. Querían regresar a ese lugar, querían volver a verla.

—¿Tiene nombre?

—Si lo tiene, no estoy al tanto de él, pero una de los testigos antes de morir dejó escrito que había un nombre que encajaba perfectamente con ella, que denotaba pureza del bien y del mal —se rascó la nuca —. Creo que era, ¿Lauren?...

[ Referencias ]

loco remote: un lugar remoto.

septima infernum: séptimo infierno.

Todas las traducciones de este fanfic se pasan a latín.

i say:

¡ hola ! les dije que estuvieran atentos, que tenía varios ases debajo de la manga pastelera. Y se que quizás digan: ve esta tipa, no acaba una cuando ya esta empezando otra.

mis más hipócritas disculpas, lo tengo todo fríamente calculado, confíen en mí ;) no se lo que hago, pero tengo una idea por ahí... no ando tan perdida.

cada estrella es un donativo para mi autoestima :D

𝐌𝐈𝐒𝐈𝐨́𝐍 𝐄𝐒𝐌𝐄𝐑𝐀𝐋𝐃𝐀 ━━━ 𝗰𝗮𝗺𝗿𝗲𝗻 𝗴!𝗽Место, где живут истории. Откройте их для себя