.Tres.

2.8K 236 267
                                    

Chiaro. Per me non c'è nessun problema—respondió ella y luego sonrió.

—Gracias, Billie—dijo Sabrina y luego me miró.

—Español, por favor—dije y las dos rieron.

—Que sí, que no hay problema—dijo mi amiga.

Miré a Billie.

—¿Segura que no tienes cosas que hacer y te estoy quitando el tiempo sólo por mi capricho? Porque puedo esperar a que Sabrina tenga tiempo, no hay prisa, de verdad.

—No—me respondió—Por mí está bien, a menos de que no quieras ir conmigo—rió.

—No, digo, sí—sacudí la cabeza—Quiero decir, gracias por llevarme.

—A Billie le gusta ese lugar, seguro que está más que encantada. Ella te puede dar el Tour—bromeó Sabrina.

—Y para mí sería todo un placer—se rió y mostró todas las perlas blancas que formaban su sonrisa, en la que por un lacónico segundo, me perdí.

—Gracias—musité y me giré de nuevo a mirar la televisión.

Me había asustado un poco el inusual hecho, desvié completamente mi atención de mi mejor amiga y su novia a propósito, debido al pensamiento que la reacción había producido y me puse a pensar en eso. ¿Por qué encontraba a Billie muy atractiva? Sí lo era, pero lo que realmente me preguntaba era ¿por qué todo en ella causaba una sensación extraña en mí? Miré de reojo a la feliz pareja a mis espaldas, y pude ver la sonrisa de Billie volar hacía Sabrina.

Entonces llegué a una conclusión fácil. Estaba deslumbrada por ella. Por supuesto, era la joven más atractiva con la que me había topado en toda mi vida. Me reí discretamente, qué suerte la de Sabrina.

—¿Te quedas a cenar?—preguntó ella, luego de un rato—¿Sabes? Con Helena se me ocurrió una idea hoy, ¿por qué no salimos un día los cuatro? Nosotras tres y Finneas—explicó ella sin esperar la respuesta de su novia a la primer pregunta.

-No, cielo, no puedo quedarme. Hoy hay cena familiar—torció el gesto—Y lo de la salida los cuatro suena estupendo, le comentaré a Finneas hoy.

¿Debería preocuparme? Sabía que Sabrina ocultaba muy dentro de ella la idea de emparejarme con alguien, pero al pensar en el hecho ¿qué tan malo podría llegar a ser si se trataba del hermano de Billie? Seguro también era atractivo.

—Hasta mañana, vendré a desearte buena suerte antes de que te vayas—dijo Billie a su novia y luego besó su frente.

—Gracias, amor.

—Helena—me giré a mirar a Billie de nuevo al escuchar mi nombre—Mañana tenemos muchas cosas por hacer, espero no te canses—sonrió.

De pronto sentí una emoción que no pude explicar, una ligero entusiasmo allí, cerca de donde se encontraba la fierecilla enjaulada.

—Hasta mañana—musité y le devolví la sonrisa.

Sabrina y Billie salieron hasta la puerta en donde tardaron más de cinco minutos en despedirse; traté de no pensar en ello, porque a fin de cuentas, su manera de decirse adiós era algo que a mí no me incumbía.

Luego de que oí la puerta cerrarse, Sabrina se sentó a mi lado en el sofá y luego suspiró.

—¿No es perfecta?—preguntó.

—¿Qué cosa?—inquirí, confundida.

—Mi novia—musitó, con aire de orgullo.

Yo reí, pero no dije nada. Aún cuando Sabrina me lo había preguntado no podía decirle lo que pensaba. Sí, sí era perfecta, pero por alguna extraña razón, mi boca no podía soltar esas palabras enfrente de mi amiga.

Manual de lo Prohibido | Billie EilishWhere stories live. Discover now