E L L A

5.5K 243 42
                                    

Su cabellera era de un largo bastante considerable para poder manipularlo, sus labios era de un rosado carnoso y esos ojos no salían de lo común con café oscuro no tan resaltan te, su complexión era relativamente delgada con una estatura baja. Su mirada fría y sin sentimientos al igual que su madre, creada por unos reyes tan fríos como el hielo.

Tenía 19 años cuando sus padres fueron brutalmente asesinados en un viaje, quedando a merced del trono y siendo la monarca del mismo. Fue fácil ascender al trono con tan poco años de edad y el consejo demandaba que se consagrara en Santo matrimonio para que un hombre tomará el trono.

- Me niego rotundamente que un hombre tome el trono que me corresponde - habló decidida la joven

- Su alteza, es ley que usted consagre matrimonio, no puede dirigir el reino sola - pedía un anciano

- Soy la primogénita de los reyes de Zakarian, toda mi vida fue criada para este momento, tanto mi hermana como yo somos capaces de dirigir un reino sin ayuda de un rey al lado - habló desde su trono sin bajar la cabeza

- Le recuerdo su alteza que el consejo también habla - habló otro anciano

- Les recuerdo que somos llamados el reino rojo. Nos ganamos ese título por nuestro ejército - alzó más la vista y de sus ojos emanaba una gran furia - Los reyes tienen la última palabra, esa regla queda rota por mi, la reina - habló sin mas

Salió de la sala del consejo sin mas, detrás de ella sus guardias reales de nivel superior, no tenían que verla rota, no tenían que verla débil, no tenían que verla llorar, era la mayor y la sucesora de aquel trono.

- ¿Dónde su hermana? - pregunto el de la derecha

- Dalia deber estar despierta ya, no dejen que el consejo salga de esa sala - ordenó

- Como ordene su alteza - y se fueron de ahí

La reina entró al cuarto de su hermana, su cabellera negra estaba siendo peinada delicadamente por la nana, era un poco más baja que ella y esos ojos café profundo como los de la reina, muchos decían que su parecido era impresionante pero ellas no lo creían.

- Buenos días - saludo

- ¿A terminado ya? - pregunto su hermana observándola desde el espejo

- Ah sido un caos, quieren que contraiga matrimonio - se sentó en la cama

- Son reglas hermana o bueno eso creo yo - sonrió sarcástica

- Nana puedes retirarte - ordenó

- Si majestad - y con eso se retiro

Dalia miró a su hermana un poco extrañada, ella no actuaba de esa manera y conocía la confianza que ella le tenía a su nana, se sentó al lado de ella tomando sus manos con ese color de uñas negro que tanto le gustaba.

-Habla- ordenó Dalia

- E decretado que sea retirado esa norma. No dejare que un desconocido toque los bienes de nuestros padres. No dejare que nos ocupen - la miró entre lágrimas

- ¿Se han negado verdad? - acuno su mano en la mejía de ella

-Esos malditos no descansarán hasta que un hombre tome el trono. No dejare hacerlo - la miró furiosa

- La familia real siempre tiene la última palabra querida hermana. Pelea por eso - fue lo único que dijo

- Gracias Dalia - la abrazo

Luego de eso momento ameno, salió de ahí con la cabeza más en alto, su rostro no emitía ningún sentimiento, seriamente entró de nuevo a la sala principal donde todos seguían esperándola...

Reina Roja ✔️  C O M P L E T AWhere stories live. Discover now