La Gatita Del Amo (segunda Parte)

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La gatita del Amo (Segunda parte)

Me colocó el collar en mi cuello  y tiro de la cadena que llevaba este, diciéndome :

-Mi gatuna fiel, la pequeñita de la casa quiere algo y se lo tendrá que ganar.

Su juego me estaba martirizando, cuando se lanzó como un lobo a su presa, y tomó de mis caderas de forma bestial, me dio dos nalgadas, luego se alejó...

Regresó con una fusta en sus manos y me dio un pequeño azote en mi boton de placer y yo jadee de dolor, pero también un puto placer que me carcomia... Él bajó su cremallera y sacó su férrea erección, me hizo seña para que fuera hacia él a gatas, para otras mujeres esto puede ser humillación para los que estamos en el BDSM esto es la gloria...

Yo me saboree al saber que tendría su virilidad en mi boca pero él supo mi intención y quería hacerme sufrir un momento...

-Colócate en cuatro porque voy a azotarte antes de que vengas por este licor del que quieres embriagarte.

Tragué en seco, no me gustaban mucho los azotes, pero había recordado que en la mañana andaba jugueteando diciéndole que quería unos, y con este hombre una broma podría ser tomada en serio.

Me coloqué en cuatro y empezaron los azotes mientras yo los contaba.

20.... Hijuemadre veinte azotes en cada nalga, mordí mis labios cuando ya casi terminaba y bueno a decir verdad fueron pocos porque él sabía que yo aguantaba mucho más, pero él buscaba otra cosa. Mi carne ardía y mi sex0 choreeaba ante cada impacto de la fusta con mi piel, se detuvo cuando terminé de contar lo que me había pedido, yo estaba sudando porque mi corazón estaba frenético de dolor y placer.

Tomé su virilidad con mi mano derecha y con mi boca la introduci lo más profundo que pude, al mismo tiempo que enroscaba mi lengua y escupía su miembr0 lamiendolo tan rico que ronroneaba y se escuchaba como un zumbido tonal mientras lo hacía, estaba indicándole con mi ronroneo felicidad, bienestar y confianza en mi Señor, es que a su lado yo siempre me sentía segura, protegida.

Él gemía agonicamente ante mí lengua bífida y fue cuando me dijo en ese momento:

-¡¡Para gatita traviesa!!

Me detuve en seco, cuando me dijo que me levantará, me llevó hacia la pared con mi collar puesto tensandolo un poco, me colocó de espaldas, abrió mis glúteos, y lance un maullido fuerte al sentirlo entrar en mi carne, me arrasó con todo mi ser, y empezó una embestida sin precedentes, fuerte, tan fuerte que mi sex0 estaba  palpitante y mi humedad era palpable...

Yo lloraba entre maullidos, necesitaba hablar, pero sabía que él no quería eso, que quería cogerme así como la gata que era para él.

-Correte gatita.

En ese momento mis orgasmos barrieron mi sex0  como un tsunami, el gozaba mi tortura. Mis piernas temblaron, él me volteó y su lengua arremolino mi aureola, sisee de placer cuando lamio con la punta de ella mi pezon duro, chupó, lamió, torturó y mordisqueo con alevosía, demanda y pretensión bestial.

Metió sus dedos dentro de mi vulva y sentí en ese momento un abismo de pasión desenfrenada que terminó con un torrencial fluido emanando de la gruta de mi placer.

Ese hombre era mi equilibrio emocional, la puta conexión más fuerte en mi vida, y que carajos así era yo, habló soeces cuando lo pienso, en ese momento me dijo de manera fuerte...

-Ponte a gatas en el sofá quiero cogerte como lo que eres - Pero antes me acarició la mejilla y me dio un beso voraz donde cubrió mi boca de forma suave y agonizante a la vez, él marcaba su dominio hasta en un hijuemadre beso, ese hombre siempre ha acabado con mi fuerza llevándome al punto más álgido del placer conocido...

Me coloqué a gatas, me agarré fuerte del sofá, cuando sentí que introducio su lengua en mi carne caliente, su lengua se arremolinaba con fuerza aporreando mi sex0 mientras que yo maullaba de placer, de desespero ante tanta agonía en su lengua.

-Eres mía, solo mía - Me lo decía en ese puto tono de voz que me enardecía.

Mi cuerpo hervía en frenesís, yo estaba famélica de mi Señor, dejó de darme placer con su lengua y se levantó tomándome de mis muslos y dándome de una estocada con su masculinidad un placer endemoniado, empezó a embestirme fuerte, mi respiración estaba jadeante, mis piernas temblaban mientras yo empecé lo que él quería escuchar.

-Miauuu, Miauuu - cada vez salían más agónicos los maullidos conforme subían las embestidas, estrepitosamente mi cuerpo se estremeció, era un frenesís de orgasmos, yo bañaba su miembr0 con la combustión de placer que emanaba de mi caudal abrasador, sentía su protuberante erección dentro de mi, mi fuente de placer ardía, mi interior palpitaba, tomaba bocanadas de aire, cuando me dijo sacando su masculinidad de mi interior:

-Ven por tu lechita gatita buena, obnubilada fui a gatas donde él y me dijo dime lo que tanto me gusta.

- Regaleme mi Señor su leche

-¿De quién es esta lechita mamacita?

-Mía mi Señor - Le respondí bajo una ufana mirada.

En ese momento me dijo - Amo tu boca, tu garganta que se embriaga con mi líquido caliente en tu paladar.

Así que le respondí algo que lo trastocó haciéndolo explotar dentro de mi boca...

-Voy a beber de tu cálida y rica simiente, hasta la última gota como la buena gatita que soy.

-Abre la boca gatita ¡¡Ábrela!!

Una rebelión de su simiente abarcó completamente mi boca y mi garganta - Sonreí porque yo solo era de él, ese hombre era mi vida y mi muerte a la vez, anulaba mi capacidad de raciocinio quedando expuesta solo a su placer, trague todo su jugo mientras él me dijo :

-Eres una golosa, ya puedes hablar mamacita.

Sonreí respondiendole - Le recuerdo Amo  que el semen contiene sustancias antidepresivas como la serotonina y no hay que desperdiciarlo.

- ¡¡Caray como me vuelve loco tu mente!! Y esa mentalidad nunca la pierdas mi demonia.

Volvió a llamarme como lo hacía cuando ya estábamos en nuestra relación normal, así era como mi mente expiraba ante aquel lobo sin corazón que yo tanto quería en mi vida.

Un beso mordaz sello el final de nuestra entrega, yo soy su bella sumisa, su demonia, pero sobre todo soy " La gatita del Amo".

Él es mi Amo, mi Señor, mi demonio, mi lobo sin corazón, mi pecador y todo lo que nos de la gana de ser juntos en nuestra intimidad, pero sobre todo nos pertenecemos completamente...

Jugamos como nos gusta, disfrutamos cada momento, cada sesión, cada entrega y sobre todo no nos importa el que dirán, soy lo que él desee que yo sea porque soy la que lo complace cada vez que él quiera, no me importa si mi estilo de vida es aceptable porque ese demonio alimenta mi fuego interior...

Mile Morales"Dulce Cayena "🌺
Bitácora de una Dulce Cayena
Barranquilla - Colombia

El orbe erótico de la sumisión Where stories live. Discover now