"Tú tan fuego y yo tan decidido a quemarme" David Sant.
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Después de una dolorosa ruptura con su ex, Amalia cree que encontrar nuevamente el amor es un hecho imposible, por eso prefiere disfrutar al máximo y no preocuparse.
Hale...
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En el capítulo anterior
Se acabo la Amalia tolerante y sensible.
Es hora de comenzar de nuevo, pero esta vez no seré quién termine lastimada.
Actualidad
—¡Le has golpeado! —Rai exclama sorprendida mientas introduce las bolsas en el auto.
—No.. Solo le he matado un mosquito que tenia en la cara — le respondo sarcástica.
Ella me fulmina con la mirada mientras Adriana espera a que terminemos de entrar en el asiento del conductor.
— Odio cuando te pones sarcástica —al terminar de pronunciar las palabras entra al auto y cierra de un portazo.
Bufo.
Termino de acomodar las bolsas en el baúl.— ¡Date prisa! No tenemos todo el día y no quiero que el idiota ese se vuelva aparecer sentenciando su muerte.
Cuando Adriana se pone impaciente no hay ser humano que la aguante.
Pobre de su pareja.
Entro al auto en el asiento de atrás.— ¿Cómo convenciste a tu hermana para que te prestará su auto?
La hermana de Adriana es bastante cuidadosa con sus cosas, más si se trata de su "bebe" o sea el auto.
—Me debe algunos favores —me guiña un ojo antes de ponerse unos lentes de sol que no había visto.
Río.
En pocos minutos Rai, quién ha permanecido en silencio, es la primera en llegar a su destino.
— Nos vemos —le digo mientras ella baja del auto.
—Si, ajá —suelta de mal humor.
—¿Y a ti que bicho te pico? — Adriana totalmente confundida, pregunta.
—Nada —responde Rai con simpleza.
—Bipolar —susurro.
Llamando la atención de mis amigas.
Tengo que dejar de susurrar.
—Recuerda que pasaremos por ti a las ocho en punto. —repite Adriana a Rai antes de que baje del auto.
