capítulo 7

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— no me digas que te han asaltado, otra vez.

Me doy la vuelta y sonrío abiertamente — comienzo a pensar que me has puesto un gps.

Actualidad

El comienza a caminar rodeando el auto.— ¿Qué estabas haciendo Amalia?


Sonrío inocente— me quitaba las botas.


El frunce el ceño y mira mis pies descalzos — creo que tienes un fetiche con estar descalza. — suelta unas leves carcajadas.


— Eso lo dices porque no has usado tacones —ruedo los ojos.

— Si no te gustan ¿Porqué los usas?

Le miro como si fuera obvio — ¡Para verme bien! Los malditos te hacen pasar un infierno pero al final luces bien.

— Y cuando te cansas, te los quitas sin importar donde sea.

Extiendo los brazos — ¡Ves! ¡Ya nos estamos entendiendo! — Miro su atuendo elegante — ¿Y tú qué haces por aquí?

Se me queda mirando un momento — cena de negocios.

— ¿Tu vida se resume a negocios? — la pregunta sale de mis labios sin previo aviso.

— No — él se acerca a donde estoy —también tengo una vida personal.

Sin querer golpeo el Audi con mis botas al tropezar con una roca.
La alarma comienza a sonar otra vez pero inmediatamente Hale saca sus llaves y la apaga.

— Es tu auto — grito sin poder disimular mi asombro. — al parecer tienes buenos gustos en autos

— Si es mi auto y yo tengo buenos gustos — se encoge de hombros — ¿Estás bien?

Disimulo las muecas de dolor que luchan por salir. Me he golpeado el dedo meñique y me duele mucho.

— Estaré bien, no te preocupes.
Alzo la vista y a lo lejos puedo ver la espalda de alguien conocido.
Me pongo nerviosa al darme cuenta de quién se trata — ¡Tengo hambre! ¿Tú no? ¿Sí? Vamos al restaurante y así comemos algo.

Le tomo del brazo y lo arrastro hacia el restaurante de dónde estoy segura acaba de salir.

Las personas se me quedan viendo raro al ver mis pies descalzos pero yo no les hago caso mientras nos guió hacia una de las mesas más apartadas.

— Oye, oye...espera — Hale luce sorprendido por mi comportamiento — ¿Que sucede? ¿Por qué tanta prisa?

Le miro — allá fuera está mi ex. — Tapo mi rostro con mis manos — estoy harta de dejarle en claro que no quiero volver.

— Entiendo pero no tenías que arrastrarme por todo él local — alzo la vista y puedo ver algo de diversión en su mirada.

— Lo siento, normalmente le golpeo y luego me largo pero... esta reacción ha sido nueva. — Suspiro — pero ya dejemos de hablar de mí. Dime Hale... ¿Has tenido que lidiar con ex intensos?

— Si de una relación se trata... no — se pasa la mano por la cabellera — he dedicado toda mi vida al negocio familiar. Las relaciones no forman parte de ello hasta que te piden herederos.

— Al parecer en tu familia los negocios son primero.

— En realidad no, lo que sucede es que las leyes y costumbres de mi país natal son... diferentes a las que usan normalmente los gobernadores.

— ¿De dónde eres?

El se mueve algo incómodo — de Kilian* continente europeo cerca de Inglaterra.

— Nunca había escuchado hablar de ese pueblo — estoy asombrada. — ¿Y cómo es allá?

— Vivir allá es increíble. ¡Claro que tiene ventajas y desventajas! El pueblo se ha quedado con algunas costumbres algo antiguas pero su gente es confiable y amable. En kilian puedes andar con total seguridad y confianza siempre y cuando no rompas las leyes. Es rica en lagos y ríos, montañas y bosques.

— Se escucha genial —Le hago señas al mesero quien rápidamente se dirige hacia donde estoy. — Quiero el quinto vino más viejo que tengan.

— ¿Algo más?

Por culpa de unos zapatos #PGP2022 #CA2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora