Dionysus (2Seok) Omegaverse

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Esa era fácilmente la décima llamada que recibía de sus hyungs.

Chanyeol siempre era quien más insistía.

Y SeokJin por ende, al que más había ignorado esa noche.

Suspiró frustrado y cerró los ojos antes de seguir fingiendo no escuchar las llamadas de sus hermanos.

Jimin le miró sonriendo con curiosidad, pero Jin ya cansado de todo, a él también le ignoró.

Acomodó sus cabellos con lentitud y sabiendo con exactitud cuál era su más perfecto ángulo, elevó su teléfono celular, sonrió suavemente y se capturó a sí mismo mostrando el brazalete dorado que le acompañaba esa noche.

Un pase especial y exclusivo para una banda que ni siquiera podía pronunciar bien.

Aunque no es como si le importaba saber de ellos tampoco.

Tomó un par más de fotografías, aleatorias y no solo de él y su rostro. Tomó algunas al staff, la sala de espera, un par a Jimin y una más a sus brazaletes juntos.

Elegió las más dignas de aparecer en sus cuentas y bajo la dulce mirada del otro omega, las subió una a una a sus redes sociales.

— Hyung, deberíamos irnos ya. — Sugirió Jimin con emoción.

SeokJin miró la hora en su reloj y muy a su pesar asintió a él.

— No tenía idea de que los conocías... — Dijo Jimin. — Yo siento que los amo.

Kim bufó una risa y escoltado por el propio staff de la banda, avanzaron por los pasillos ajetreados rumbo a la zona preferencial del concierto.

— Solo conozco a Jungkook. — Explicó SeokJin sonriendo.

Jimin frunció sus labios confundido.

— Pero debiste haber escuchado de ellos antes... y por eso le conociste... ¿no es así?

SeokJin se plantó sonriente y amable frente al equipo de seguridad sin decir nada más, estos les reverenciaron torpes y sonrojados antes de indicarles dónde debían permanecer durante todo el concierto. Jimin fue el único que realmente puso atención a ellos y les despidió con verdadera gratitud.

— Jamás había escuchado de ellos. — Admitió Kim descarado. — Ni siquiera sabía quién era Jungkook hasta que le investigué esa noche.

Jimin abrió los ojos sorprendido y casi como si hubiese sido abofeteteado u ofendido masculló barbaridades sobre su poco conocimiento sobre tendencias musicales.

SeokJin le miró con diversión y se permitió a sí mismo observar a su alrededor una vez se cansó de ver a Jimin parlotear sobre el grupo.

Escaneó con lentitud el espacio y con sinceridad exhaló sorprendido, porque el escenario frente a ellos era verdaderamente impresionante.