Capítulo 2

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Jack POV

He estado luchando con mi maldito orgullo durante varios veces. El orgullo y la ansiedad se apoderan de mi cada vez más.

Tanto así que tengo los malditos papeles de divorcio en mis malditas manos.

Decidí acabar de raíz con esto. Necesito sufrir por completo, no a medias. No podemos vivir en el mismo sitio, no puedo verla. Me duele hacerlo, y es una maldita mierda.

—¿Y entonces qué harás?—me cuestiona Ryan mientras me pasa otro shot

—Le diré que firme los malditos papeles y ya, se acabó, me iré de sus vidas para siempre

—¿Y los niños?

—Nunca fueron míos, sólo son de ella, que se encargue sola—me tomo el shot rápido

Ryan me observa y niega.

—Joder Jack ¿pero qué mierdas estás diciendo?

—Lo que has escuchado Ryan

—Te estás volviendo loco

—Me vale

—No...¿ya lo has pensado bien?

—Si—digo—muchas veces, ya está decidido y no trates de convencerme porque puedes ser muy mi amigo pero juro que romperé tu rostro en cuanto lo intentes hacer

Él alza sus manos y niega

—Es muy tú problema, es tu vida

Asiento y sonrío

—Ojala Liam fuera como tú

—¿Cómo?

—Que me pudiera comprender, pero el maldito parece una maldita mujer—bufo y golpeo con fuerza la mesa—¿Lo puedes creer?

—¿Qué?

—¡Me ha dicho que la droga que consumo me está acabando con las pocas neuronas que me quedaban!—exclamo en forma de broma—¡Es un bastardo! pero así lo quiero y joder lo odio, porque se supone que es mi mejor amigo... Debería de apoyarme o no sé, joder, hacer algo.

—Es tu mejor amigo, no es Dios para que se meta en tu vida y la solucione

—A veces eres un maldito ¿lo sabes?—lo observo

—¿Por qué?

—Porque eres lo suficientemente sincero y también odio eso

—Pues te jodes cabrón

—¿Crees que ella aún me ame?

—¿Lydia?

—Si—asiento con mis labios apretados mientras en mi garganta siento el liquido frío bajar.

Creo que estoy muy pasado de tragos.

—No lo sé amigo, no estoy dentro de ella

—Ahg maldito—coloco mi cabeza en la mesa—Desearía que dijeras que si

—No soy tu perra para cumplir con tus caprichos

Suelto una risa.

Ya estamos muy tomados.

—Buen chiste

—Lo sé. ¿Nos vamos ya?, es muy tarde—dice mientras observa su teléfono—Y este sitio ya se está llenando mucho

—Bien, cómo digas

En cuanto estamos afuera, nos subimos al auto mientras uno de los agentes conducen de vuelta a casa.

INCÓGNITO 3©Where stories live. Discover now