Mi querido Travis
Sé que cuando leas esto; estarás como te conocí, o quizás peor, pero también sé que tu amor por mi estará tal y cual como cuando nos vimos en aquel pasillo. ¿Podrías mantener la calma por mi? Cuando leas esto no estaré a tu lado, cuando leas esto estarás perdido y dolido, no te apures amor, tienes tiempo de volver a encontrarte y sanar. Yo estaré contigo ahí, así no me veas, siempre estaré contigo. Te amare de miles formas, en esta vida, en la otra, la próxima de aquella o la que sigue de esa. Solo te pido que no dejes que el dolor te consuma, todos hemos perdido a personas que lo valían todo, vivimos con ello, si, vivimos. Recuerda todo de mi como solía ser, y te pido amor, por favor; no me olvides.
Atentamente: Abby.
Observo a Ryan mientras intento contener las lágrimas.
—¿De cuándo es esto? ¿Por qué me lo das ahora? ¿Por qué eres tu precisamente quien me lo da?
—Son muchas preguntas para tan poco tiempo mi querido Travis
—Dijiste que ibas a responder mis dudas
—La carta es de antes que sucediera aquel incidente que te marcó para siempre—aprieta sus labios—Te la doy ahora porque mas antes no pude y porque Abby confiaba lo suficiente en mi para que lo hiciera, el darte la carta
—Creí que en quien mas confiaba era en Liam
—También pero ella sabía que Liam no aguantaría la curiosidad, también le entregué una carta a Lydia hace unos años, no se si la haya leído.
—¿De quién era?
—Damien
—Pero si no conociste a Damien—entre cierro mis ojos—Joder, ahora mismo estoy tan confundido
—Hay muchas cosas que tengo que explicar—acaricia su rostro—Y he dicho esto tantas veces que ya me está aburriendo, parece un libreto de obra de teatro —bufa—Pero aún no es el momento—se levanta tan rápido que no me dio tiempo para cuestionarle de qué estaba hablando
Liam aparece con su pequeño en brazos mientras ríen y al verme baja al pequeño quien después entra a casa corriendo.
—¿Y esa cara?—toma asiento a mi lado
—Es la que suelo tener siempre
—Ugh, horrible—hace una mueca, sus ojos se desvían hacia donde está la carta y frunce su ceño
—¿Y eso?
—Es una carta de Abby
Sus cejas se elevan
—¿Cómo es eso posible y quién te la dio?
—Ryan
Liam hace el mismo gesto que yo hice cuando éste me la entregó
—¿Por qué Ryan?
—¡No lo sé!
—¿Puedo verla?
Asiento y él la toma enseguida.
—Ryan me dijo que también le había dado una a Lydia hace unos años...
—Oh si, ella nunca la leyó ¿De quién era?
—Damien
Sus ojos se abren de par en par y se levanta.
—¡Lydiaaaaa!—exclama a todo pulmón llamando a la chica —¡Lydiaaaaa!
Jack sale con Daly en brazos
