Capítulo 29

574 47 5
                                    

Maratón 1/3

Lydia POV

Ya me he acostumbrado a la presencia de Guido, sus habladurías me entretienen un poco de todo el mal rato que estoy y estamos pasando.

Han pasado algunas semanas, quizás me resigna a quedarme aquí.

—¿Me podrán dejar ver a mis niños?

Guido se da la vuelta dejando ver en sus manos un pañuelo en donde hay sangre

—¿Esa sangre es tuya?—elevo mis cejas algo sorprendida

—Si—aprieta sus labios—Me ha salido de la nariz

—Tienes que dejar la cocaína Guido

—Soy Feed, Lydia, mi nombre es Feed

—Esta bien. Feed, pero no cambies el tema de conversación

—Podrás ver a tus hijos en unas horas—guarda el pañuelo en su bolsillo y se acerca a mi—Ni se te ocurra decirle algo malo, no queremos hacerles daño a unos indefensos niños

—No lo haré—digo mirando para otro lado, cuando siento que está apunto de salir decido hablar de nuevo—¿Por qué sangraste por la nariz?

—Tengo mucha sangre acumulada, quizás deba de donar algo de ella para quienes la necesitan

Aprieto mis labios y entre cierro mis ojos

—O quizás sea por la droga que consumes

Él se da vuelta y niega—Hace mucho que no consumo droga Lydia, no sé porqué me tienes como un monstruo

—Por todo lo que hiciste, y trataste de hacer, sin mencionar por lo que estás haciendo

—Las personas cambian

—Si, pero tú no

Él aprieta sus labios—Te traeré a alguien para que dejes de decirme así

Se apresura a la puerta, sale y la cierra enseguida sin esperar respuesta de mi.

Me quedo en silencio por unos minutos observando la habitación. Desearía tanto estar en casa.

Creo que pasaron unos minutos para cuando la puerta se abrió lentamente dejando ver a alguien, mi vista se tornó borrosa hasta que sentí las manos de Feed en mis mejillas y su voz que decía:

—Lydia reacciona, no puedes desmayarte ahora. ¡Lydia joder!—sentí como me daba agua y yo la recibía, cerré mis ojos y di un suspiro

Al abrir mis ojos me encuentro en una habitación diferente, ya no estoy atada, solo estoy recostada en una cama con sábanas muy blancas. Las paredes son de un color pastel y hay una melodía bastante agradable para mis oídos.

—¡Mami!—la voz de Daly aparece en mis oídos y luego observo a la niña quien se lanza a la cama con una sonrisa enorme

—Mi hermosa Daly

—¿En dónde estabas? El tío Feed dijo que vendría pronto

—¿Dónde está Damien?

—Oh, él decidió irse con un señor

—¿Cómo era el hombre?

Aprieta sus labios y se baja de su cama

—Era alto, tenía el cabello negro aunque estaba bastante desordenado, tenía esas cosas bajo sus ojos, las cuales aparecen cuando no duermes bien, ¿cómo se llaman?. Mmmm ¡orejas!—da un saltito

INCÓGNITO 3©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt