Capítulo 24.1

559 46 2
                                    

Hace unos años atrás...

—¡Deja mi trasero en paz!—exclamo al verlo acostado en éste mientras lo acaricia

—Es que lo amo, es todo redondo y fuerte—dice observándolo como si fuera un trozo de carne

Suelto una risa y él igual.

—¿Cómo crees que sean nuestros hijos?

Arqueo una ceja frente aquella pregunta y luego sonrío

—¿Nuestros hijos?

—Si ¿Crees que te voy a dejar escapar así de fácil?—arquea su ceja y luego niega al ver que no le doy respuesta—No, no voy a dejarte, quiero que seas mi esposa y la mamá de mis hijos

Entorno mis ojos y tomo su rostro entre mis manos

—¿Y estas seguro que aceptaré?

Eleva sus cejas y luego las frunce

—Si no lo haces, te voy a obligar

Se acomoda mejor y me toma entre sus brazos para subirme encima de él.

—¿Cómo me vas a obligar?

—No lo sé, llevamos un mes de novios pero te he amado toda una vida

—Exageras

—No lo hago, te he querido desde que éramos unos niños, siempre soñaba con tener a una mujer como tú

Entre cierto mis ojos y rodeo mis brazos en su cuello

—¿Sabes?—elevo mis cejas—Quiero que nuestra luna de miel sea en Brasil

—Y lo será—dice besando mi mejilla—Pero juro que te voy hacer mamá

Suelto una risa y niego

—No Damien, no

—Tengo descendencia de engendrar mellizos o gemelos

Elevo mis cejas—Eso no lo sabía

—Ya lo sabes, es una historia larga la cual no desearía contar teniendote de esta manera, a toda mi disposición para hacerte el amor las veces que quiera

—Damien—digo dándole un zape

—¡Alto al sexo!—exclama Travis entrando con una pistola de juguete llena de agua

Arqueo una ceja y luego salto al ver que comienza a mojarnos.

—¡Joder Travis!—exclama mi novio después de risas

Abby entra y nos pasa armas para seguir con el juego, salimos de la habitación, Jack y Liam nos atacan de igual forma y comenzamos a correr por toda la casa.

—¡No seas hipócrita Damien Parks!—le exclama Liam

—¿¡Qué!?

—¡Eres mío infeliz!

—¡Me haz cambiado por Jack!

Jack me apunta y dispara pero Damien contraataca.

—¡Esto es guerraaaaa!—exclama Abby

Suelto una risa—¡Como nuestra primera vez!

Y reímos mientras nos lanzabamos agua con aquellas pistolas.

Luego de un buen rato dejamos las armas a un lado y nos sentamos a comer algo.

—Será muy complicado escoger al padrino

Todos nos quedan viendo algo extrañados

—Nos vamos a casar

—Yo todavía no he dicho nada—digo

Mi chico me observa y sonríe

—Es lo más probable

Todos reímos un par de veces.

—No puedo creer que me hayas cambiado—dice Liam en un lloriqueo fingido

—Deja el drama, se supone que estás con Travis

Abby eleva sus cejas y Jack también

—¿No estabas conmigo?

—Travis es mío—dice mi mejor amiga y saca su lengua para pasarla por la mejilla de su novio

—Si, estoy contigo Jack—le saca el dedo a mi novio luego trata de darle un beso en la mejilla al castaño pero éste le golpea

—No, ya no, vete

—Me he quedado sin el pan y sin el queso—dice el rubio en un puchero

—Eso te pasa por zorra—dice Travis dando un mordisco a su sándwich

—Hay que tener planes por si uno te deja

—Siempre dije que eras marica—dice Jack en tono burlón 

Liam ríe y luego niega

—Un buen actor siempre sabe qué responder

—Si claro—digo

Damien toma mi mano al ver que ya he terminado mi comida y me susurra al oído que quiere irse lejos de ellos, lo cual acepto con gusto.

—¿A donde vamos?

—Quiero estar solo contigo, amor

Asiento sin soltar su mano, saca las llaves de su motocicleta y luego me pasa un casco. Me subo a ésta y arrancamos.

Al llegar al sitio se pudo sentir el aroma del pasto y así mismo un frío bastante acogedor.

—Siempre me dan miedos tus salidas, igualmente termino sorprendida

—Lo sé, siempre trato de sorprenderte

Me lanzó a sus labios los cuales su sabor es magnífico, es una chispa de un polvito el cual tiene pequeñas bolitas de sabor que si las muerdes; explotan en tu boca y te dan miles de sabores inexplicables.

El sabor de los labios de él son algo que jamás desearía dejar de besar.

—Amo los besos que das—digo una vez estando cerca—Es algo que no se puede explicar pero tampoco dejar de hacer

—Que poeta eres querida mía

Le sonrío y acaricio su mejilla una y una vez, amo sus ojos, esa larga capa de pestañas negras, sus cejas, su cabello revolcado; absolutamente todo de él me vuelve loca.

—¿Ves ese terreno que se ve ahí?

Sigo en donde él señala y yo asiento viendo una enorme parte algo abandonada.

—Ahí será nuestra casa, estoy en contacto con el dueño de aquello, quiero comprarlo, comenzar a construir desde ahora para cuando nos casemos tengamos nuestra propia casa y después comenzar a preparar nuestros hijos ¿Cuantos quieres? ¿No te estarás sintiendo algo presionada, o si?—toma mi mejilla para que sus ojos observen los míos

—No, claro que no, solo que en un tiempo atrás no me veía como mamá, ni tampoco en matrimonio con el hermano de mi mejor amiga

—La vida es así amor, a veces no sabemos lo que vaya a pasar al otro dia

—Eso me da miedo, la vida me da miedo ¿sabes?

—¿Por qué?

—Estoy dependiendo de ti, amor

—Pero no te dejaré, no me sucederá nada amor

Tomo su mano fuertemente, sintiendo su calor y su amor en ella.

—Solo eso espero, cualquiera de nosotros podríamos morir o simplemente desaparecer por alguna fuerza sobre natural—digo causando que él suelta una risa y luego besa mi frente

—Dices muchas cosas y eso me encanta

—¿Por qué estas tan callado hoy?

—He estado penando mucho en el futuro, quiero que todos mis planes se hagan realidad, quiero poder liderar sabiamente la empresa familiar, no quiero decepcionar a nadie, es mucha presión—dice dando un suspiro

—Todo va a salir bien, porque eres la mejor persona que puede existir

INCÓGNITO 3©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora