2

12.6K 906 82
                                    

*Allison en multimedia*

Jhonathan:

Bombardas de confeti es lo que recibo cuando llego a mi nuevo consultorio, levanto la vista de las carpetas sobre los pacientes de mi área y pongo los ojos en los tres médicos y la doctora delante de mí, todos colegas.

—¡Felicidades por tu regreso!

Cierro la carpeta y Carlos se acerca a darme un abrazo, lo mismo con los demás y finalmente Samanta.

—Nos alegra que estés con nosotros laborando otra vez. —Me dice Samanta.

Sonrio.

—Hagamos un brindis. —Carlos me rodea con un brazo. —Por nuestro cardiólogo y cirujano, Jonathan Rusett.

—No podemos beber. —Le responde Jesus.

—Es cierto. —Añade Gilbert

—Hagamoslo con el pastel.

¿Hay un pastel?

Sigo su dedo, efectivamente hay un pastel sobre mi escritorio.












(*)













—¿Ya viste que pacientes vas a tener a cargo?. —Me Pregunta Carlos mientras tomamos un pequeño descanso para terminarnos el pastel junto a mis otros tres compañeros, quienes parecen estar concentrados en una conversación, excepto por Samanta, en ocasiones pone los ojos sobre nosotros y sonríe.

—Eso hacia cuando me lanzaste el confeti.

—Vamos, no seas aburrido, pon algo de diversión a tu vida ahora que estas de regreso.

Ojalá fuera tan fácil, el haber regresado no cambia nada ni mucho menos cura las heridas, solo es una distracción de no pensar y es por eso que quería encontrarme laborando pronto.

—Aún estoy a prueba.

La sonrisa se borra en el rostro de Carlos.

—Hubieran preferido que siguiera otro año recuperándome

—¿Estoy años no han sido suficientes.

Trago saliva.—Escúchame, Carlos, el hospital no perdona y a primera falta van a sacarme.

Carlos pone una mano en mi hombro. —Entonces más te vale no cometer ninguna falta, capullo.






Con Cada latidoWhere stories live. Discover now