Con Cada latido

15

Allison:

Le escribí a mamá y le dije que estaba bien, que no se preocupara y que no insistiera en llamar, que volvería mañana y que estaba con Jhonathan, no sé cómo se tomó esa última noticia porque apague el móvil antes de leer su respuesta por miedo.

Aunque puedo hacerme a una idea.

—La vida de doctor si la haces notar aquí. —Pronuncio mientras observo su elegante y amplio departamento.

Muy parecido a los que hay en las películas, es igual de espacio y tiene dos pisos, las paredes son de colores claros y los equipos, tiene muchos equipos para ser soltero, aunque se me viene a la mente que lo compartió con Helen mientras vivían, quizás hasta vivieron juntos.

Mierda, ahora estoy celosa.

No es momento para estar celosa.

—Sígueme. —Me pide y lo hago.

Me lleva a una habitación del segundo piso, de las muchas que hay, es un dormitorio amplio, con la vista trasera a la calle y una cama de dos plazas junto a un televisor grande.

Recorro la habitación.

—Trata de descansar. —Me pide y mis ojos se ponen en él. —Mañana iremos temprano.

Aprieto los labios.

—Después de desayunar.

—Espera.. —Lo detengo del brazo y el me ve sorprendido.

Enseguida lo suelto.

—¿No vas a quedarte conmigo?

—Allison..

—Quiero que te quedes conmigo.

Tal vez mis palabras suenen a doble sentido, pero esta noche no quiero pasarla sola, no quiero estar sola en un día como este.

Jhonathan lleva su mano a mi rostro y me acerco a él, cierro los ojos sintiendo el peso y dolor sobre ellos, quiero mantenerlos cerrados a un más tiempo y lo hago mientras siento su cercanía cada vez más.

Los labios de Jhonathan se ubican sobre los míos y poco tiempo mis manos le rodean el cuello mientras las suyas bajan hasta mi cintura, nos besamos bastante en pie y de esa posición hasta que el comienza a avanzar y yo a retroceder.

Caemos sobre el colchón, el presionando mi cuerpo y yo con las manos aun suspendidas en su pecho.

Su beso es apasionado y me hace tiritar, sus manos me acarician y bajan por mi ropa, se adentran dentro de mi blusa y su mano hace contacto con mi piel, está caliente y sus toques podría describirlos iguales, acariciando cada curva y cada bulto por encima de la tela de mi ropa.

Jhonathan rompe el beso.

Su mirada excitada se encuentra con la mía y pasa a mirarme un poco preocupado y agitado.

—¿Estas bien?

Mis latidos están acelerados si hace se refiero.

—No quiero que te agites mucho.

Si, está muy preocupado.

Tomo un par de respiros.

—Estoy bien. —Le aseguro. —Te avisare si.. te avisare, Jhonathan.

Yo lo beso y el me lo devuelve, sus manos comienzan a desvestirme y ha pasado tanto desde la última vez que me acosté con alguien, aunque no quiero recordar ahora que ese alguien es el imbécil de Abraham.

Jhonathan me toca diferente y me gusta, es violento y a la vez no, me toca con desesperación y también con dulzura, no sé si me entiendo o si solo estoy delirando, pero así se siente.